Recientemente KFC se vio obligada a cerrar temporalmente casi en su totalidad las 900 sucursales que tiene en Reino Unido debido a que, literalmente, se quedó sin pollo, por problemas de distribución.

Aunque algunas sucursales ya han abierto, con menús y horarios reducidos, la cadena de restaurantes se vio en la necesidad de emitir una disculpa a sus consumidores con una expresión que comunica muy bien la frustración del asunto.

“Un restaurante de pollo sin pollo. No es ideal. Pedimos disculpas a nuestros clientes, especialmente a los que se desviaron de su camino para descubrir que estábamos cerrados. Gracias infinitas a nuestros miembros del equipo KFC y a nuestros socios de franquicias por trabajar incansablemente para mejorar la situación. Ha sido un infierno de semana, pero estamos progresando, y cada día más y más pollo fresco se está entregando a nuestros restaurantes. Gracias por acompañarnos”, dice el anuncio.

La desesperación de algunos por la falta de pollo los llevó al extremo de llamar a la policía, la cuál tuvo que emitir comunicados diciendo, básicamente, no nos molesten con eso.


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