Se trata de Ian Gibson, cazador profesional que trabajaba guiando a otros cazadores en Zimbabwe. Las fuentes verídicas aún no están muy claras, por el momento se sabe que el cazador se encontraba con un cliente y su grupo de ayudantes en búsqueda de colmillos de elefantes. Según informes de AfricaHunting.com -página especializada en la cacería- después de seguir por más de 5 horas a un pequeño elefante que pretendían tomar medidas de sus colmillos para saber si era ‘correcto’ y legal matarlo, tomaron un pequeño descanso. Fue en ese momento cuando el animal se percató de los cazadores y se lanzó de inmediato al grupo, informes detallan que Ian podía haber disparado a corta distancia, pero que el elefante bebé no dudó en aplastarlo. Respecto al animal sólo se sabe que sí recibió un disparo pero no se sabe si aún siga con vida.

Después del acontecimiento personas afines y con el -enfermo- gusto de la caza, rindieron homenaje a Ian, ya que es uno de los cazadores más reconocidos a nivel internacional. Inmediatamente las redes sociales reaccionaron y en su mayoría celebran su muerte como un acto de karma, y se preguntan si alguien está dispuesto a pagar algo por sus dientes. Los simpatizantes de Ian han respondido que lamentan mucho la reacción sin ‘corazón’ por parte de los usuarios de internet, ya que explican que Ian era un amante de la naturaleza y que a pesar de los prejuicios que le demos a los cazadores, él era un ferviente conservacionista y fotógrafo de fauna.

Los cazadores profesionales han salido a la defensa y justifican que personas como Ian son las que representan la verdadera ‘ideología’ de los cazadores profesionales, quienes realmente se preocupan por la cantidad de animales ‘establecidos’ para la caza, así como realizar diversos estudios previamente antes de cualquier disparo; comparan su trabajo con la caza ilegal, ya que afirman que cazadores no profesionales lo hacen desmesuradamente y sin amor a la naturaleza. -Sí, así de incoherente suena-.

No es que celebremos la muerte de Ian, al fin y al cabo es un ser humano, pero este hecho pudo haberse evitado de la forma más fácil y pacífica para todos: dejar en paz a los animales. No creemos que la caza tenga justificación alguna, ¿en realidad se justifica el matar un ser vivo sólo para una baratija?, ¿para colgar su cabeza frente a nuestro sofá? En un principio todo es ridículo, lamentamos mucho su muerte y el del elefante también si es que -seguramente- tuvo el mismo fin. Los seguidores de Ian lamentan el hecho como si fuera atroz, pero nos parece de lo más natural teniendo en cuenta que si estás atentando contra un animal libre, éste va a reaccionar bajo los principios de supervivencia.

 

 

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