Existen muchas personas en este mundo que no conformes con lo que ofrece lo cotidiano, deciden simplemente hacer un viaje dentro de sus sueños y vivir en un mundo de aventuras, con el fin de hacer de sus vidas, una fantasía hecha realidad.
Un gran hombre que llevó lo antes mencionado a un nivel superior y además, trajo a nosotros un universo de aventura, viajes y ficción como nadie más podría, fue Julio Verne.
Jules Gabriel Verne, fue un escritor, poeta y dramaturgo francés altamente reconocido por sus novelas de aventuras y increíble influencia en el género literario de la ficción.
Nació el 8 de febrero de 1828, descendiente de una familia burguesa en la ciudad portuaria de Nantes. En su juventud, Verne estudiaba para ser abogado, tal como lo fue su padre, pero tempranamente abandonó ese sendero para dedicarse a la escritura.
Verne tenía gran interés en la poesía y la ciencia. Leía y coleccionaba artículos científicos de una manera casi obsesiva y, gracias a la inspiración que generaron las anécdotas que una maestra suya le contaba acerca de su marido marinero, su pasión por la escritura fue creciendo.
Gracias a que su tío Chateauburg lo introdujo a diversos círculos literarios, fue como conoció a los Dumas, padre e hijo; siendo el primero quién representaría gran influencia literaria y personal en Verne.
Tuvo muchas dificultades en su camino para convertirse en escritor. Todo esto debido a que cuando se recibe de abogado en 1849, Julio dio prioridad a la escritura de prosa e incluso creó una obra de teatro llamada ‘Alejandro VI’. Esto molestó mucho a su padre, Pierre Verne, quien dejó de financiar su trabajo y prácticamente se desentendió de él.
Imagen del joven Jules Verne.
Debido a que gastó todos sus ahorros comprando libros y pasaba horas y horas en las bibliotecas de París, casi sin dormir y comer, no sólo desarrolló trastornos digestivos, sino también problemas nerviosos que tuvieron como consecuencia una parálisis facial.
En 1859 viajó a Escocia y escribió ‘París en el siglo XX’, obra que no publicó en vida y que fue impresa en 1994.
Gracias a su colaboración con el editor Pierre-Jules Hetzel, fue que se creó ‘Viajes extraordinarios’, la serie de novelas que se prolongó casi 40 años e incluyen las conocidas y famosas ‘Viaje al centro de la Tierra’, ‘De la Tierra a la Luna’, ‘Los hijos del Capitán Grant’, ‘Veinte mil lenguas del viaje submarino’ y La vuelta al mundo en ochenta días’, entre otras. Verne era un trabajador incansable y mientras realizaba viajes a Noruega e Islandia, cultivó su primera vocación, el teatro y adaptó algunas de sus piezas para la escena.
En 1888 Julio ingresó en la política y fue elegido como Concejal de la ciudad de Amiens, en donde desarrolló labores por 15 años para hacer mejoras en dicha ciudad. Años después, fue nombrado presidente del grupo de esperanto de Amiens y comenzó a escribir un libro llamado ‘La impresionante aventura de la misión Barsac’, aunque no pudo terminarlo y al publicarse, se había eliminado toda referencia al esperanto.
Julio Verne muere en su hogar el 24 de marzo de 1905, por una diabetes que tenía desde hacía años. Fue enterrado en el cementerio de La Madeleine, al noroeste de Amiens.
Este gran hombre es uno de los escritores más importantes de Francia y de toda Europa, considerado padre de la ciencia ficción, junto con H.G. Wells y desde 1979 es el segundo autor más traducido en el mundo.
La intención de Verne no fue escribir ciencia ficción, su objetivo más bien era el de escribir literatura científica, pero su gran imaginación y su capacidad de anticipación, lo convirtieron en un hombre adelantado a su época, creando personajes que siempre eran héroes y hombres buenos en la escala social.
Hoy es un gran día para leer a Julio Verne y de no conocer sus obras, nunca es tarde para iniciar. Nunca saben cuando encuentran un autor que los inspire a perseguir sus sueños con gran intensidad.
