Lo que necesitas saber:

Cada año Radioactivo sacaba su colección de Juguetes Radioactivo, el mejor experimento radial de México.

Unas décadas atrás, cuando los jóvenes estaban lejos de tener celulares, existía la radio (¿se acuerdaaan?). Los más fresas escuchaban pop, los “más viejos” noticias, y unos cuantos pasaban las tardes junto al 98.5FM, una estación llena de locutores geniales (cof cof), buena música y los mejores comerciales falsos de México, los Juguetes Radioactivos.

Para los que son muy jóvenes para entender de lo que hablamos, podemos decir que Radioactivo no se parecía a ninguna estación de radio, tenía un sello único.

Los jóvenes de principios del 2000 escuchaban Radioactivo. /Imagen Facebook Radioactivo 98.5

En primer lugar, por su impecable selección musical, llena de géneros disidentes y desconocidos que les volaban la cabeza a los melómanos más dedicados.

Asimismo, sus locutores eran transgresores y creativos. Le hablaban a un grupo de jóvenes desparpajados que querían un contenido inteligente, eficaz, hecho sólo para ellos. Fue así como el 98.5 fue la escuela de algunas leyendas de la radio como Rulo, Ilana Sod, Olallo Rubio, el Cha y por supuesto, el mismísimo Sopitas.

Los locutores de Radioactivo./Imagen Facebook Radio Activo 98.5

Por si lo anterior fuera poco, la estación se permitía asombrosos momentos creativos. En algunos programas se leía poesía mientras sonaba de fondo Satellite of love de Lou Reed.

En otros espacios se burlaban abiertamente de los “fresas” y su falta de cultura y cada año se estrenaban en diferentes programas los Juguetes Radioactivos.

La inspiración de los Juguetes Radioactivos

Los verdaderos conocedores saben que los Juguetes Radioactivos eran una sátira de los Juguetes Mi Alegría, una marca mexicana que desde los años 50 se ha dedicado a incentivar a los niños a convertirse en doctores, científicos y otras carreras a través de una multitud de productos didácticos.

Entre sus artículos más famosos había un pequeño laboratorio con diminutos tubos de probeta, un estuche médico para los que querían ser doctores y hasta una máquina para hacer raspados.

Todos estos artefactos tenían comerciales extraños que terminaban con una canción pegadiza y algo diabólica que decía así:

“Con juguetes mi alegría, aprendemos y jugamos.”

En qué consistían los Juguetes Radioactivos

Se trataban de un conjunto de cápsulas radiofónicas elaboradas entre 1994 y el 2000, que casi siempre se transmitían a fin de año y corrían junto a los comerciales de Navidad para comprar regalos. 

Al más puro estilo que los artefactos Mi Alegría, en Radioactivo ofrecían estrafalarios juguetes imaginarios hechos esencialmente para burlarse de todo.

Así era el famoso logo de radioactivo./Imagen Facebook Radioactivo 98.5

Reírse de de las clases sociales, de los zafarranchos políticos, de la insaciable sed capitalista que había a finales de los 90, de las Barbies, de los ositos de peluche y hasta de los rituales satánicos.

En cada “comercial” había múltiples locutores, efectos de audio y decenas de actores que le daban vida a estos guiones fuera de serie. La cereza en el pastel era que terminaban con la misma la canción de Mi Alegría, pero con letra distinta.

“Los Juguetes Radioactivos, ofensivos e inhumanos”

Estos son nuestros Juguetes Radioactivos favoritos

Muñeca vudú  

Una niña resentida quiere vengarse de todos, de su familia, maestros y compañeros. Para lograrlo usaba una muñeca hecha en Haití con la que podías hacer sufrir a quien quisieras.

El Ranchito de Raulito

A finales de los 90 el país estaba conmocionado por una serie de asesinatos y encarcelamientos a políticos. Uno de los escándalos más sonados fue cuando el gobierno contrató a una vidente llamada la Paca para solucionar un crimen.

El Teporichi

Antes de que terminara el siglo, los niños estaban locos por un juguete llamado Tamagotchi, una mascota digital a la que había que alimentar y bañar entre otras actividades para que no se muriera.

Radioactivo hizo una versión mexicana que tomaba, vomitaba, orinaba y necesitaba que le cambiaran los calzones sucios.

Avalancherokee

El único juego montable capaz de dialogar en español de España. Un vehículo para niños que contaminaba más que uno normal, te sugería que te abrocharas el cinturón del pantalón y reproducía covers de Café Tacuba al más puro estilo de la música ibérica.

Barbie Condechi

Una chava adinerada que va a Europa a ser mesera y regresa a la CDMX para ir a todos los eventos, estudiar fotografía, tomarse fotos desnuda con bistecs encima y bravuconear sobre sus viajes al primer mundo.

“En Ámsterdam mi roomate era prima de Bjork”.

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