Para que nos hacemos de la vista gorda, es muy común que las fiestas a las que nos lanzamos se salen de control. Y normalmente se debe a que nunca falta esa persona que se pasa de copas y acaba haciendo desfiguros. Sin embargo, aquellos que terminan en calidad de bulto y perdiendo hasta la dignidad casi siempre tienen amigos de verdad que los acompañan en estos momentos complicados, tal como los jóvenes de los que les platicaremos en esta ocasión.
Resulta que hace unos días y gracias a un usuario de TikTok llamado @crisroaz27 nos enteramos de esta peculiar historia. A través de un video publicado en la popular plataforma, pudimos checar que a pesar de todo, todavía existen esos cuates que están en las buenas y en las malas, hasta cuando andas ahogado y fumigado en alcohol.
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Estos jóvenes sorprendieron a todos arrastrando a su amigo
En las imágenes –musicalizadas con el rolón de “Los amigos” de Bob Esponja–, se puede ver a dos jóvenes arrastrando a otro que de plano no se puede mover por los pasillos de una estación del Metro en la CDMX –que al parecer es Allende de la línea 2–. Sí, así como lo leen. Pero eso no es todo, ya que también podemos apreciar que ambos le esculcan las bolsas e intentan ponerle uno de sus tenis a este sujeto que se nota que de plano no tenía idea ni de cómo se llamaba.
Por si esta escena no los hubiera dejado con el ojo cuadrado, justo enfrente de ellos hay un policía que andaba vigilando el andén y al parecer, en lugar de hacer un escándalo o llevárselos, prefirió checar todo a la distancia y observar que no pasara nada malo en las instalaciones. A continuación les dejamos los videos completos para que se den una idea de lo que estamos escribiendo:
Como era de esperarse, la historia de estos jóvenes rápidamente se hizo viral en TikTok e incluso llegó a otras redes sociales. Por supuesto que hubo quienes celebraron que estos chavos realmente son amigos de verdad y cuidaron de su cuate en todo momento.
Pero también aparecieron esas personas que no pueden entender cómo es que la chaviza termina así después de las fiestas. De cualquier manera, debemos aceptar que estos tipazos se rifaron y jamás dejaron que le pasara algo malo a ese sujeto que no podía ni caminar por su cuenta.