Hay pruebas científicas de que el cambio climático es una realidad. Ha quedado en evidencia el impacto (negativo y destructivo) del hombre ante la naturaleza, sustentado en pruebas científicas y reales de que la Tierra y los seres vivos están sufriendo las consecuencias de cientos de actividades como la sobrepoblación, urbanización, contaminación, las enormes cantidades de desechos no biodegradables y hasta la caza ilegal sin mencionar las guerras…
Sin embargo, muchos se niegan no sólo a responsabilizarse de la posible extinción de millones de especies, por ejemplo, sino de reconocer en sí el problema en favor de seguir con una economía que al final sólo beneficia a unos cuantos. Algo muy similar sucede con toda la cuestión de las vacunas y las leyes que exigen a los padres vacunar a sus hijos para evitar enfermedades en un futuro.
En Estados Unidos hay un sector cada vez más grande y fuerte de padres y legisladores que prefieren no vacunar a sus hijos, tomando una decisión importante con base en ideas como que las vacunas fomentan las enfermedades sin importar las pruebas médicas que muestran lo contrario. El sarampión es el ejemplo perfecto. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, una persona que no se ha vacunado contra esta enfermedad, puede infectar a 9 de cada 10 personas con tan sólo estornudar o el contacto físico. La vacuna, después de que se formaliza su aplicación en la segunda mitad del siglo XX, ha evitado millones de muertes, aproximadamente 21.1 millones de casos entre 2000 y 2007.
To prevent measles, make sure your & your child’s vaccines are given on time, every time. https://t.co/eAu2wy9n5I #VaccinesWork pic.twitter.com/UI8sLRktYl
— World Health Organization (WHO) (@WHO) 15 de febrero de 2019
Actualmente, hay todo un movimiento anti-vacunas que tira por la borda una de las políticas públicas de salud más importantes y que define por ley que todos los padres están obligados a vacunar a sus hijos antes de comenzar su ciclo escolar. Algunas celebridades han hablado del tema, y una de ellas es Jessica Biel, actriz y madre de un hijo junto a Justin Timberlake.
Biel se reunió con Robert F. Kennedy Jr, un conocido defensor de las campañas antivacunas. Él está detrás del movimiento que quiere evitar la aprobación del proyecto de ley conocido como SB 276 en el estado de California. De aprobarse esta ley, se reducirían y limitarían las exenciones médicas para vacunas. Es decir, los padres (antivacunas) no tendrán opciones para no vacunar a sus hijos o alargar el tiempo para hacerlo.
Welcome to #caleg, @RobertKennedyJr and @JessicaBiel! Thank you for taking the time to chat about your opposition to #SB276. #caleg #NoOnSB276 pic.twitter.com/AkkWRbPSJk
— Brian W. Jones (@SenBrianJones) 12 de junio de 2019
Jessica Biel está en contra de la SB 276, la cual reduciría las exenciones 40 por ciento, pero no contra las vacunas como tal. En una publicación de Instagram, Biel puso lo siguiente: “Esta semana fui a Sacramento para hablar con los legisladores de California sobre la ley propuesta. No estoy en contra de las vacunas, apoyo que los niños reciban vacunas y apoyo a las familias que tienen el derecho de tomar decisiones médicas para sus hijos. Mi preocupación en cuanto a la #SB276 es por las exenciones médicas. Unos amigos muy queridos tiene un hijo con una condición médica que prohibe vacunas, y si esta ley se aprueba, afectará a su familia y la capacidad que tienen de cuidarlos en este estado“.
“El mayor problema con esta ley”, dijo Kennedy, “que es algo de lo que Jessica está preocupada, es que un doctor que ha hecho un diagnóstico –si ha encontrado que los niños en este estado son muy frágiles para recibir la vacuna– estaría obligado y forzados a vacunarlos de cualquier forma”, dijo Kennedy. Este hombre es un conocido defensor de las antivacunas, como mencionamos. Ha publicado artículos y libros en los que asegura que las vacunas provocan autismo, algo que se ha negado de forma médica y científica.
Los que apoyan la ley de vacunación, del otro lado, aseguran que este proyecto cubre a las personas con condiciones médicas inestables (por decirlo de alguna manera), y que precisamente esas personas que necesitan las vacunas, también necesitan que los demás se vacunen para evitar una infección.