“What’s wrong with you?”, se preguntó Jarvis Cocker al darse cuenta que durante años guardó la etiqueta de un jabón usado. Quizás es la misma pregunta que muchos se hacen al reflexionar sobre viajar tres horas (o más) para ver a un tipo hablar sobre las chacharas que desempolvó de un desván.
Querétaro se volvió punto de peregrinación de fans de Pulp. El líder de la banda de Sheffield se presentó en el Teatro de la Ciudad, no para tocar o algo parecido. Haciendo honor a la facha que tiene desde hace años de maestro de preparatoria, Jarvis Cocker habló sobre un libro. No un libro cualquiera. “Su” libro Good Pop, Bad Pop. Así, remarcando que es suyo, porque en él no habla de otra cosa que no sea sus cosas personales, recolectadas durante años. Un inventario.
Pese a lo superficial que pueda sonar el asunto, la habilidad de Jarvis hace que el libro sea profundo. Misma habilidad que desplegó ayer en el “Hay Festival”, la cual hizo que la presentación no cayera en clichés literarios: “¿¿Cuál fue tu inspiración??”, “¿¿cómo fue tu proceso de escritura??”… nah, nada de eso. Ok, quizás un poco, pero, así como en las letras de sus canciones, la banalidad se volvió trascendental.
Así, el programa del funeral de John Peel lo hizo recordar cómo fue que le entregó su primera grabación al legendario locutor de la BBC y un estúpido accidente lo llevó a reflexionar sobre por qué escribe como escribe. Ese accidente fue un acercamiento con la muerte y, más importante, acabó por guiarlo a poner atención en la gente comun (“Common People”, ¡lo dijo, lo dijo!)
Hablar de lo que habló Jarvis Cocker (valga la redundancia) sería adelantarles el contenido de su libro y dejar de lado algo verdaderamente relevante de su paso por el “Hay Festival”: su presencia performática. Jarvis es todo un frontman, un músico que no necesita música (valga otra vez la redundancia) para cautivar a sus fans.
“I have to act this”, dijo en repetidas ocasiones, levantándose y revolviéndose en su asiento, porque a veces la palabra no le era suficiente para evocar a Leonard Cohen, David Lynch, familiares, amigos y todos los personajes relacionados con objetos recolectados.
Ah sí: ¿Por qué guardó la etiqueta de un jabón por años? “Por el miedo al cambio”, concluyó Cocker. Tiene sentido. Como sentido tiene para sus fans peregrinar para verlo. Quizás tiene que ver con lo que significa el líder de Pulp en sus vidas. Un significado que algunos no alcanzan a ver, pero que ahí está.
Cosas aparentemente sin sentido que la gente hace porque, como Jarvis Cocker recordó que le dijo Cohen en una ocasión: “hay que dejar fluir la magia”. La magia de la música, la magia del momento, la magia de las cosas. Magia que abre la puerta para la creatividad… o para que sucedan cosas maravillosas. Como formar una banda o saludar a tu ídolo. Sobre eso también trata Good Pop, Bad Pop. Pues no, nada superficial.