Y hoy en “Problemas de millennials”… Desde que las mentes jóvenes se dieron cuenta de que podían hacer dinero a través de las redes sociales, muchos nos hemos visto ahogados en un mar de “influencers”. Ya saben, esas personas que sepa la bola cómo pero tienen miles de followers (aunque uno los ve y piensa que nomás’ los conocen en su casa) y a quienes les pagan por promocionar productos o marcas.
Sabemos que al final chamba es chamba, y todo trabajo es demandante. Sin embargo, en las últimas horas ha llamado la atención el caso de una influencer estadounidense que acaba de perder su cuenta de Instagram con más de 133 mil seguidores, y que hizo tremendo pancho a través de un video porque su única fuente de ingresos se ha ido y se rehúsa a conseguir un trabajo ‘común y corriente’.
Su nombre es Jessy Taylor, y a través de un video que publicó en YouTube la chica contó que estaba haciendo todo lo posible por recuperar su cuenta de Instagram perdida, y pidió a todos los que estaban reportando la cuenta que dejaran de hacerlo: “No soy nada sin mis seguidores, eran más de 113 mil” dice la influencer, quien argumenta que lo que le pasa es injusto, pues estuvo trabajando arduamente para llegar hasta donde está.
Durante el clip de casi cuatro minutos de duración se puede ver a la ahora exinfluencer contar las razones por las que no quiere un trabajo común y corriente. Ahí les va la historia sad…
Según ella, antes de dedicarse a ser famosa en redes sociales trabajaba en un McDonald’s, se dedicaba a la prostitución e incluso, confiesa que su familia le ha dado la espalda y que no cuenta con una carrera universitaria porque nunca tuvo los recursos para poder estudiar una. Para echarle más leña al fuego, dice que tiene deudas de más de 20 mil dólares que debe pagar.
Acá les dejamos el video para ver si se logran conmover con esta historia:
No pues si sentimos feo por lo que está pasando esta chica, sin embargo, sabemos que allá afuera el mundo está igual de difícil para todos y que “teniendo salud, todo se puede” como dirían las abuelitas. ¿Creen que esta influencer tiene razón al ponerse así o su reacción nomás está siendo muy exagerada?