Vivimos tiempos muy acelerados donde tienes que estar al tiro o te aplican. Tan como la que le aplicaron a nuestro muchacho muy poco hábil de quien hablaremos a continuación.
Se llama Michael Duarte y alguien necesita explicarle lo que es un chupetón. También necesita cambiarse el nombre; tal vez en unos días “hacer un Michael Duarte” sea algo real.
Todo comenzó el jueves pasado, cuando su novia regresó de Bariloche con el cuello adolorido y con moretones. Él, siendo un gran novio, decidió recurrir a una fuente interminable de conocimiento para remediar el dolor de su amada. O sea, subió una foto del cuello de su novia a Facebook y explicó lo que supuestamente pasó.
Según la muchacha, cuyo nombre desconocemos, ella estuvo jugando paintball y le dispararon en el cuello, de ahí el origen de sus heridas. Esta historia la creyó el muchacho. Ternu, mi vidi.
Cuando Michael Duarte subió las fotos del cuello de su chica a Facebook, la finísima gente de la supercarretera de la información le hizo ver de manera muy poco amable lo ingenuo que es. Viéndose en aprietos y después de enterarse de que los trajes de paintball protegen el cuello, Michael Duarte borró su publicación y luego borró su cuenta.
Esta fue una historia real. No se rían, pueden tener un hijo igual…