Las principales boutiques de textiles en España, han dejado a un lado la frivolidad de la moda, para unirse a la lucha contra el COVID-19. Mango y Zara, dos marcas que compiten en los corredores de los centros comerciales, han dejado atrás los patrones de los ‘midi’ ‘monos’ y cárdigans, para poner en un hilo las máquinas de coser a todo vapor, confeccionando en total más de 17 mil batas de polietileno desechables y más de dos millones de mascarillas que se han comenzado a entregar en los hospitales del país.
Por un lado, Mango está confeccionando 13 mil batas de polietileno desechables y dos millones de tapabocas para médicos y el personal de UCI y plantas de COVID-19 mientras que por su parte, Zara, perteneciente al Grupo Inditex, ha entregado las primeras cuatro mi batas de polietileno reutilizable en los hospitales regionales, así como miles de tapabocas. Pero también, ha puesto a disposición del gobierno español, su red de logística para cubrir las necesidades que vayan surgiendo.
Mango
“Estamos explorando la capacidad de convertir parte de nuestra capacidad de fabricación textil a producción de material sanitario, para cuyo objetivo se ha involucrado al equipo de producción de Inditex. En este sentido, se ha identificado la posibilidad de fabricación de batas protectoras en España para lo que es necesario realizar una serie de ajustes sanitarios y confirmar la disponibilidad de materia prima, dijo un vocero del grupo al diario ‘El Mundo’.
Las compañías, han transformado su proceso de creación de muestrario de prendas habituales en un sistema de producción de batas a gran escala. La matriz de Zara no ha cuantificado al detalle cuántas de estas batas y cubrebocas ha fabricado hasta ahora, sin embargo, estiman que elaborar cada bata les lleva cuestión de 10 minutos, mientras que las mascarillas, aunque su coste es más económico, se llevan mayor tiempo en fabricarlas.
En tanto que la iniciativa de Mango se está desarrollando con más de 30 empleados y empleadas del área de diseño, que están trabajando en este proyecto desde el 8 de abril del 2020 en las instalaciones que la compañía posee en ‘Palau-solità i Plegamans’, en la provincia de Barcelona, en colaboración con la Fundación Pablo Horstmann, responsable de la adquisición de los más de 30 mil metros de tejido homologado que se emplea en la fabricación de las batas.
Será la propia fundación, la que se encargará de repartir entre los distintos centros hospitalarios, residencias de mayores y centros de discapacitados. Atendiendo para ello a “criterios de mayor vulnerabilidad y necesidad”. Esta iniciativa se suma a una lista de acciones que Mango está llevando a cabo desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, destacando entre ellas los 2 millones de mascarillas que donó hace unas semanas al Ministerio de Sanidad y que ya han sido repartidas entre centros hospitalarios de todas las Comunidades Autónomas de España.
“Mango quiere reconocer y agradecer, en nombre de sus más de 15 mil empleados, el extraordinario esfuerzo que están llevando a cabo todas las personas que forman parte de los equipos sanitarios de España, que están combatiendo incesantemente al COVID-19”. Trabajadores de centros que “muchos de los cuales se encuentran con escasez de material médico indispensable para poder llevar a cabo su heroica labor”, enfatizó la multinacional.
Por su parte, Inditex, siendo una de las mayores textileras en el mundo, está haciendo un gran esfuerzo por aportar su granito de arena al combate del coronavirus, sin embargo, con más de tres mil 800 tiendas cerradas en diferentes países, las ventas van en picada, mientras que la compañía se esfuerza doblemente en poder mantener los salarios de sus trabajadores.