Desde hace unos meses las personas del mundo comenzaron a ponerse en cuarentena para evitar el contagio y la propagación del coronavirus, enfermedad que hasta el momento ya tiene más de dos millones de casos confirmados y la cual ha causado 151 mil 691 muertes. Una cifra que desafortunadamente sigue creciendo aceleradamente.
Aunque los gobiernos de cada país han aumentado las recomendaciones y medidas de confinamiento, conocemos muchos casos de gente que a estas alturas aún se rehúsa a quedarse en casa y sigue saliendo a fiestas, reuniones, parques o hacen cualquier actividad no esencial con el único propósito de poner en riesgo a las personas con las que conviven (y si no, eso parece que hacen cuando rompen la cuarentena).
Y bien dicen que a situaciones drásticas, medidas drásticas, por ello algunos ciudadanos se han ofrecido a apoyar la causa. ¿Y cómo?, pues disfrazándose de fantasmas y saliendo en las noches a asustar a todos aquellos que solo andan viendo en qué pierden el tiempo fuera de sus cantones y no respetando la cuarentena. ¡Cómo no se nos ocurrió antes!
Esto no ocurrió en México –tierra donde hay personas que creen en la existencia de un hombre lobo antes que el coronavirus–, más bien fue en la aldea de Kepuh, en Indonesia. Varios pobladores se disfrazan de fantasmas (a los que les llaman ‘‘Pocong”), y salen a vigilar las calles para asustar a todo aquel que no respete la cuarentena impuesta por el coronavirus.
Los “Pocong”, de acuerdo con la creencia local, son la almas de la personas que mueren y quedan atrapadas en la sábana con la que son enterrados. Unas figuras fantasmales muy conocidas y temidas en Indonesia, las cuales ahora se aparecen para evitar que la gente rompa la cuarentena y contagie o propague el coronavirus en dicho país, donde actualmente cuentan con 6 mil 248 casos confirmados y 535 muertes por COVID-19.
Esta iniciativa fue creada como una manera diferente de casi obligar a la gente a estar en cuarentena y sin tener que recurrir a la fuerza bruta. Sin embargo, aunque al principio funcionó ya que padres de familia y niños dejaron de salir por las noches, en la actualidad aún hay uno que otro atrevido que incita a sus amigos a andar vagando por las noches para que presencien a los “Pocong“, algo que está complicando un poco las cosas para los voluntarios de Kepuh.
Ahora sí que si la gente no deja de salir por la presencial de fantasmas, posiblemente nada los obligará a dejar de hacerlo. ¿Cómo se imaginan que se emplearía este sistema para respetar la curentena en la Ciudad de México o en otras partes de la república?
Ante la pandemia de COVID-19, jóvenes de Indonesia se visten de fantasmas y recorren las calles por la noche asustando a quienes no se quedan en casa. 👻 pic.twitter.com/k72Z74IMcA
— ajplusespanol (@ajplusespanol) April 17, 2020