Comer o no comer… pero carne humana. He ahí el dilema. Durante muchos años, si no es que siglos dentro de la historia de la humanidad, ha surgido la duda entre comunidades si es aceptable o no comer carne humana bajo ciertas circunstancias. Por default, matar a una persona para comer su carne, es un delito y está mal; sin embargo, la duda radica en otra parte: es válido comer bajo las circunstancias que no se relacionen con un crimen, o bien, por una cuestión de supervivencia.
En 1972, un accidente aéreo en los Andes, orilló a los sobrevivientes a extremos que pusieron a prueba un sinfín de creencias. En el accidente, murieron varios de los pasajeros mientras otros perdieron la vida por las circunstancias naturales. Por esto, y con el paso del tiempo, la comida comenzaba a escasear. Así que tuvieron que tomar una decisión que obedeció a los instintos de vida de las personas: se alimentaron con los cuerpos de las víctimas.
A principios de la década de los 90, un hombre guapo y encantador llamado Jeffrey Dahmer, dio la vuelta al mundo cuando la policía descubrió que en más de 10 años, había asesinado a 17 hombres. ¿Un asesino en serie más dentro de una larga lista? Tal vez, la cosa cambió cuando descubrieron que practicaba la necrofilia y, además, era un caníbal. Por supuesto, la sociedad saltó y señaló esa clase de prácticas, sobre todo la segunda, como algo completamente inmoral e inhumano.
Estas dos clases de canibalismo han sido tema de un sinfín de novelas, producciones fílmicas y para la televisión. Uno de los ejemplos más conocidos, sino es que el más popular, es la historia del doctor Hannibal Lecter presentada en el filme El silencio de los inocentes con Jodie Foster y Anthony Hopkins, donde un hombre que solía comer carne humana, ayuda a una agente del FBI a atrapar a un asesino.
Así que, tal vez, sea momento de hablar nuevamente del canibalismo y el dilema moral alrededor de esta práctica. Y eso fue lo que un usuario de Reddit llamado IncrediblyShinyShart, compartió su historia y la idea de comer carne…
Después de un accidente en motocicleta, su pierna quedó tan mal, que le aseguraron no volvería a caminar otra vez. La única solución fue amputar su pierna. “¿La puedo conservar?”, preguntó y los doctores dijeron que sí. Tres semanas después del accidente y de la operación, este usuario invitó a 10 de sus amigos para una comida especial. Parte del menú fue strudel de manzana, tarta, chocolate y tacos de carne, pero no cualquier carne, sino de su pierna amputada. Nadie resultó herido, no hubo un crimen como tal, ¿o sí?
Hace unos años, en 2015, un hombre llamado Detlev Guenzel fue sentenciado a ocho años de prisión por matar, desmembrar y comer a un hombre polaco llamado Wojciech Stempniewicz. El hombre polaco de 29 años, del cual no se pudo determinar la causa de muerte por el estado mutilado del cuerpo, le dio su consentimiento al alemán para que hiciera todo eso a través de una página web con tendencias sexuales sobre canibalismo. ¿Crimen consensuado?, al ser un vaso de canibalismo, ¿se debe considerar del mismo modo que la pierna amputada y su ingesta?
En una entrevista con Vice US, IncrediblyShinyShart dijo que, en un principio, quería congelar su pierna, de alguna manera, la quería de vuelta. Así que la congeló, le limpio todo el yodo y dejó de ser una pierna, “parecía un objeto, no la parte de una persona. No había conexión emocional”, comentó. Por increíble que parezca, un chef preparó la carne y al día siguiente, uno de los invitados le pidió perdón al protagonista de esta historia por “haberlo cagado”.
El canibalismo “está asociado con culturas que no son consideradas como civilizadas o con situaciones donde la gente debe sobrevivir. Lo ven como algo salvaje… Pero la gente come la placenta después e que un niño nace. Eso es canibalismo. Creo que se puede ser un caníbal ético bajo ciertas circunstancias“.