Todos sabemos que una de las funciones básicas de Google para nosotros es servir como un médico de cabecera que además de darnos un resumen detallado de la supuesta enfermedad que tenemos (casi siempre cáncer o, en su defecto, un embarazo), nos da una lista de “métodos infalibles” para contrarrestarla. Sin embargo, este equipo de médicos descubrió que, en ningún apartado, ni en los más detallados ni en los más eclécticos, existía el método que este hombre usó para terminar con su dolor de espalda: inyectarse su propio semen.
De acuerdo a un nuevo informe clínico titulado “Semenly” Harmless Back Pain: An Unusual Presentation of a Subcutaneous Abscess”, un hombre de 33 años se estuvo inyectando su propio semen en el brazo por más de un año. Esto, aparentemente, para tratar un fuerte dolor que sentía en la parte baja de su espalda.
Sin embargo, un día el hombre tuvo que llegar al hospital debido a que no pudo mitigar el dolor y, además, acababa de cargar algo muy pesado que le provocó incomodidades más agudas. Una vez que llegó al hospital, el médico se percató de que su brazo lucía hinchado y muy rojo. Sin más, el hombre tuvo que reconocer que había estándose inyectando su propio semen con la intención de curar su malestar.
Según el informe médico, aquella vez del hombre en el hospital, él ya se había inyectado tres dosis de su semen en el brazo ese mismo día, por lo que el fluido entró en sus vasos sanguíneos y en sus músculos.
Gracias a una radiografía, los médicos se pudieron dar cuenta de que debajo de la piel del paciente había aire, razón por la que estaba inflamado su brazo. Por ello, el hombre tuvo que permanecer en el hospital para recibir un tratamiento antimicrobiano.
El reporte indica que “Este es el primer caso reportado de inyección de semen como tratamiento médico”. Aunque el equipo buscó en todas partes de dónde este sujeto pudo haber sacado la idea de inyectarse su propio semen, no hallaron nada.
“Aunque hay un informe sobre los efectos de la inyección subcutánea de semen en ratas y conejos, no se encontraron casos de inyección de semen intravenoso en humanos en toda la literatura. […] Los intentos de inyección intravenosa y arterial de sustancias nocivas como el mercurio, la gasolina, el líquido para encender carbón, el ácido clorhídrico y el hidrocarburo están bien descritos y, por lo general, se realizan en un intento de suicidio en oposición al caso detallado anteriormente en el que el paciente intentaba aliviar una incomodidad física”.