Estamos seguros que muchos por acá han soñado en algún punto de sus vidas con viajar al espacio, no se hagan. La simple idea de visitar otros planetas y ver de cerca las estrellas ha causado fascinación en toda la humanidad, tanto así que ya hay compañías que nos ofrecen salir de la Tierra, como SpaceX. Sin embargo, hay quienes de plano tuvieron la oportunidad cumplir este sueño y no pudieron por distintas circustancias, como el hombre del que les contaremos hoy.
Más allá del cohete que lanzaron y que está a punto de estrellarse con la Luna (sí, es real y POR ACÁ pueden checar qué es lo que está pasando), la empresa aeroespacial de Elon Musk llamó la atención recientemente por el caso de Kyle Hippchen, un piloto de 43 años originario de Florida que se ganó un viaje al espacio pero que tristemente, no pudo ir por una simple y sencilla razón: no tenía el peso adecuado.
Este hombre se ganó un viaje al espacio y tuvo que renunciar a su sueño…
Resulta que de acuerdo con diversos medios, en 2021 este hombre participó en un concurso que buscaba al próximo turista espacial que viajaría con SpaceX. Para participar en el sorteo, los aspirantes debían donar dinero a un hospital de Tennessee, por lo que Hippchen entregó 600 dólares a la causa. Sin embargo, a pesar de que hizo su donación, no esperaba que fuera a ganar, pero vaya sorpresa que se llevó tan solo unos meses después.
En marzo de ese mismo año, Kyle Hippchen se enteró a través de su correo electrónico que él había resultado ser el ganador de este enorme premio, cosa que por supuesto le emocionó porque fueron 72 personas las que participaron en el concurso. Sin embargo, rápidamente tuvo que renunciar a su sueño de ir al espacio porque no tenía el peso adecuado para viajar en alguna de las cápsulas de la compañía de Elon Musk.
Al final, el lugar en ese vuelo de SpaceX no se desperdició
Para que se den una idea, SpaceX le dijo en correos posteriores que para que cualquier persona vuele al espacio, debe pesar menos de 113 kilogramos, pero este hombre pesaba 149 kilitos en aquel momento. Al ser piloto, Kyle estaba consciente de que este requisito era importante, pero también cayó en cuenta que no sería bueno para su salud tener que bajar casi 30 kilos en ocho meses, así que decidió regalar su boleto a alguien más.
El afortunado que tuvo chance de hacer este enorme viaje fue Chris Sembroski, uno de los mejores amigos de Kyle Hippchen y su compañero de habitación durante sus años de universidad que también es fanático del espacio. Su cuate formó parte del primer lanzamiento comercial de la empresa que se llevó a cabo a mediados de 2021, y a pesar de que se quedó con las ganas de ir, esta enorme oportunidad no pudo estar en mejores manos.