Si pensaban que manejar borracho era la peor idea de alguien, un hombre demostró que para la estupidez no hay límites, pues además de manejar ebrio, el sujeto decidió poner a su perro al volante y lo acusó de manejar borracho.
No es broma. El pasado sábado 13 de mayo autoridades de Estados Unidos detuvieron a un hombre que manejaba en estado de ebriedad. Pero eso no fue todo, pues el sujeto buscó echarle la culpa a su perro y así evitar una multa.
La policía de Colorado detuvo a un hombre por manejar a exceso de velocidad
La policía de Springfield, una ciudad en el estado de Colorado (no donde vive Homero Simpson y su familia), dijo que el sábado pasado un oficial detuvo a un hombre por manejar a exceso de velocidad y al cual vio intentando cambiar asiento con su perro.
Sí, el hombre quiso poner a su perro en el asiento del conductor para que, al detener el carro, la policía de Colorado viera que el suave amigo era quien manejaba como el mismísimo Dominic Toretto por las calles de Springfield.
El sujeto acusó a su perro perro de manejar borracho
Al detener el carro el hombre le dijo a la policía que él no conducía el auto, aunque su mentira se cayó cuando el oficial le preguntó si había tomado alcohol y el sujeto se echó a correr 18 metros.
“El hombre mostró claros signos de intoxicación”, escribió un oficial del Departamento de Policía de Springfield en una publicación de Facebook, donde detallaron que llevaron al conductor al hospital para que lo revisaran y después procedieron a arrestarlo.
El perrito no enfrentó cargos por “manejar” a exceso de velocidad
Por su parte, el perrito –y supuesto criminal– fue entregado a un conocido del conductor para que lo cuidara mientras el hombre estaba en la cárcel. “El perro no enfrenta ningún cargo y lo dejaron ir solo con una advertencia”, mencionaron las autoridades.
Menos mal la policía hizo su trabajo correctamente y dejaron libre al perrito, cuyo único delito fue seguir a su dueño en su tontería que bien podría inspirar una película cómica…