¿Cómo definen una típica noche alocada? Algunas personas beben hasta la inconsciencia y se ponen a decorar el piso con lo que cenaron, otros sólo se duermen y en otros casos, hay quienes la conectan para no experimentar cruda. Todos esos son escenarios comunes, sobre todo si los comparamos con el de un joven que se topó a un perrito en la calle y simplemente lo adoptó.
Erik vive en Veracruz y, como a muchos chicos de su edad, le gusta salir a divertirse en las noches. Recientemente salió de un antro en Coatzacoalcos y ya en un leve estado intoxicación, conoció a “Firulais”, el canino de ojos tristes que se ganó su corazón.
No sabemos con exactitud si fue la bebida, la emoción del momento u otro impulso, pero el muchacho se enamoró de la criatura y decidió llevarla a su casa. También le prometió que le daría techo y alimento por el resto de su vida.
¡Awww!
Todo sucedió muy rápido; ahora un perro que vivía de lo que encontraba en el piso tiene un nuevo hogar y un amigo que parece quererlo mucho. Según lo que anunció el mismo Erik en su Facebook, pronto dará una fiesta de bienvenida, donde seguramente todos brindarán más de una vez por el anfitrión y su reciente acto de caridad.