Kirby Evans vive en Carolina del Sur. Hace siete años logró sobrevivir a un cáncer de piel que le provocó perder su ojo izquierdo y la nariz. A pesar de todo, el señor nunca tuvo problemas con las secuelas que le dejó su enfermedad, eso hasta hace unos días cuando lo corrieron de una tienda de la localidad de Walterboro, porque su aspecto físico “asustaba a los clientes”, acción que lo hizo llorar.
A través de una publicación en Facebook, su hija Brandy explicó que el pasado 8 de octubre su padre entró a una tienda llamada Forks Pit Stop, para comprar algo de comer. En el lugar compró un paquete de donas y una bebida y fue a sentarse en una de las mesas para desgustar sus alimentos. Pero, antes de poder hacerlo, la dueña del lugar de nombre Donna Crosby, lo agarró por la camisa y lo llevó a su oficina. Ahí, ella le dijo que si planeaba comer en su tienda tendría que cubrirse la cara ya que su aspecto estaba espantando a los clientes.
Fue entonces cuando el señor Evans se fue llorando a casa y le contó todo a su hija Brandy. “Mi padre ha sido discriminado por su aspecto. Él no ha podido evitar lo que el cáncer le ha hecho. Mi padre es el hombre más fuerte que conozco, pero cuando me contó lo que le había pasado vi cómo se le caían las lágrimas. Me dolió haberle visto así, sobre todo por algo que él no puede evitar”,escribió su hija. En su mensaje, Brandy también contó que su padre “tiene un ingreso fijo y no puede pagar las cirugías que necesita para reconstruir su nariz”. Además, aclaró que el señor Kirby Evans no puede cubrirse el ojo ni la nariz con algo porque la piel de la zona afectada es muy sensible.
Kirby Evans declaró a una televisora local que le había dolido profundamente lo que había sucedido: “Nunca me habían tratado así. Nunca”. Luego de que la historia se viralizara, la dueña del establecimiento respondió a la publicación de su hija Brandy Evans y dijo “De ningún modo he tratado de herir a tu padre. Cuando eres propietario de un negocio tienes que hacer cosas que no son agradables pero no tuve elección. Estaba espantando a los clientes”.
Aunque no todo fue malo, ya que gracias a que la historia se hizo viral Brandy Evans decidió poner en marcha una campaña en Gofundme para juntar dinero y poder costearle la cirugía a su padre. Hasta el momento se han recaudado más de 72 mil dólares, de la meta que son 75 mil. La verdad esperamos que puedan llegar a la meta pronto, mientras tanto nosotros vamos por los kleenex porque se nos metió esta historia en el ojo.
