Lo que necesitas saber:
A pesar de todos los pronósticos médicos, Jason Arday se sobrepuso a la vida y consiguió convertirse en el profesor negro más joven en la Universidad de Cambridge.
Si necesitan una historia que los motive a seguir con sus sueños y a no darse por vencidos aunque a veces se sientan como que “ya se les fue el tren”, entonces tienen que conocer la poderosa e inspiradora historia de Jason Arday, el profesor negro más joven en la universidad de Cambridge.
Actualmente con 37 años, Jason Arday ya cuenta con varios logros en su vida: Es profesor en dicha universidad, ya dio clases en otras escuelas de renombre como Glasgow y Durham, tiene tres libros publicados y hasta recaudó millones de libras esterlinas para la caridad.
Jason Arday se convirtió en el profesor negro más joven en Cambridge
Cualquiera pensaría que para lograr todas esas cosas, Jason tuvo que darle duro a la educación desde una temprana edad. Y sí, pero es increíble pensar que desde pequeño se tuvo que enfrentar a varios grandes obstáculos que le auguraban una vida difícil.
Y es que Jason Arday creció en una finca municipal de Londres juntos a sus padres, migrantes originarios de Ghana. En una entrevista con el diario británico The Guardian, Arday contó que a pesar de todo fue afortunado, pues mucha de las personas con las que creció están “muertas o en prisión”.
A pesar de que los médicos le aseguraban una vida complicada cuando era niño
Además de la violencia entre la que creció junto a su familia, a los tres años Jason fue diagnosticado con retraso global en el desarrollo y trastorno del espectro autista, mismos que los médicos aseguraron le traerían dificultades en el futuro y no tendría una vida “normal”.
Jason Arday aprendió lengua de señas y así se comunicó hasta los 11 años, cuando después de horas de terapia del habla y con el apoyo incondicional de su madre, quien usó la música, el pequeño logró decir un “hola” y poco a poco comenzó a hablar.
Jason Arday aprendió a leer y escribir hasta los 18 años
Si bien a los 18 años uno se supone va terminando la universidad, a esa edad Jason Arday apenas había aprendido a leer y comenzó a estudiar la universidad con ayuda de Sandro Sandri, mentor que siempre lo alentó y apoyó a seguir sus sueños.
“Hasta hace un año, me enviaba mensajes de texto todos los días y me decía: ‘Eres genial’. Vas a hacer grandes cosas’”, dijo Jason al asegurar que Sandro le hizo prometer que ayudaría a otra persona de la misma manera en la que él lo ayudó.
Y para conseguir su sueño de ser profesor universitario tuvo que hacer muchos sacrificios y esfuerzos
Con la ayuda y el apoyo de Sandro, Jason pudo estudiar dos maestrías y un doctorado en estudios educativos. En ese entonces, Arday se puso como meta poder dar clases en alguna universidad prestigiosa como Oxford y Cambridge sin imaginar que lograría hacerlo años después.
Además de los obstáculos de su infancia, Jason Arday tuvo que trabajar en un supermercado, de limpiador y hasta lavando baños. Siempre repitiendo su mantra de “No siempre será así” y con la esperanza de que, tal y como lo pensó gran parte de su vida, estaba destinado a hacer cosas grandiosas.
Hoy todo valió la pena para Arday, quien ha hecho historia en Cambridge
Actualmente Jason Arday es el profesor negro más joven en la historia de Cambridge y aunque siempre evitó hablar de cómo el espectro autista influyó en cuestiones académicas, por miedo a que usaran eso como un arma en su contra, hoy es consciente de que es necesario garantizar a todos el recibir educación de alta calidad.
Ahora a cargo de su primera generación de estudiantes de doctorado, donde les enseña sobre justicia social e desigualdades interseccionales, Jason sigue con su propósito de hacer que la educación sea más inclusiva y los recursos destinados a la universidad se distribuyan a quienes más lo necesitan.
Y hoy busca que todos y todas tengan acceso a una buena educación
“He tratado de ayudar a tantas personas como sea posible… de llevar a tantas personas como sea posible conmigo. He tratado de crear tanto espacio como he podido, especialmente para personas negras y mujeres negras”, asegura sobre su notable labor en Cambridge.
Como profesor, a través de sus conferencias y en trabajos donde se involucran otras ONG’s, Jason Arday continúa en su misión de hacer del mundo un lugar más inclusivo. Y sin duda, su historia nos recuerda que la perseverancia, determinación y el querer ayudar a los demás nos pueden llevar a lograr grandes cosas. Incluso si las dificultades parecen gigantes o invencibles.