Justo hace un año se dio a conocer en todas partes del mundo el caso de Hilda, de 87 años, y su esposo Hugo, de 92, una pareja de ancianos que luego de ser desalojada de su hogar fue abandonada por uno de sus hijos en un bar ubicado en la ciudad de Rosario, Argentina, un caso que conmovió a todos y que nos ha puesto a reflexionar la importancia de cuidar y procurar a nuestros adultos mayores.
El hecho ocurrió el pasado 6 de junio del año pasado en dicho país latinoamericano. De acuerdo con medios locales como La Nación, Hilda y Hugo –quien recientemente sufrió de un derrame cerebral– fueron desalojados del departamento donde vivían porque no podían pagar el alquiler. Uno de sus hijos, quien vivía con ellos desde hace años, los llevó hasta un bar y los dejó allí prometiéndoles que iba a regresar por ellos luego de que terminaran de comer. El sujeto nunca regresó.
María Inés, la locataria del lugar llamado Megabar, contó a Infobae que los señores llegaron a su negocio con un par de bolsas en donde llevaban algunas de sus pertenencias. Transcurridas algunas horas, los empleados notaron que la pareja de ancianos no hablaba y se notaba algo nerviosa, por lo que la mujer se acercó a ellos y supo la situación por la que estaban atravesando además de la razón por la que no se iban de ahí, pues esperaban a que pasaran por ellos.
En ese momento María Inés se dio cuenta de que el hijo de los viejitos los había abandonado y que no regresaría, así que marcó a las autoridades quienes le pidieron que los mantuviera en su negocio hasta que llegaran por ellos y en lo que los policías se dirigían al departamento donde vivía la pareja para encontrar a su hijo. “No tenían teléfono, estaban muy débiles, sucios y tenían solo las bolsas con ropa y perchas. Ella (Hilda), por ejemplo tenía pis encima. Era muy triste verlos”, detalló la dueña del bar.
Luego de pasar siete horas dentro del bar, los viejitos fueron llevados entre lágrimas a la comisaría 5º de la ciudad; no podían creer que su hijo los había dejado a su suerte y no regresaría por ellos.
El caso conmovió tanto a todos los habitantes de Rosario y a las autoridades locales que muchas personas iban a comenzar una colecta para pagarle a los viejitos una noche de hotel y no tuvieran que quedarse en la comisaría. Sin embargo, al poco rato llegaron a un asilo de ancianos en donde obtuvieron atenciones. Esto después de que otro de sus hijos se hiciera cargo de ellos, momentáneamente.
“Con mi hermano Hugo no tenemos contacto hace mucho tiempo, por eso me sorprendió todo lo que pasó porque desconocía que fuera tan grave. Pero por lo menos hoy tienen dónde dormir y un plato de comida”, dijo Raúl entre lágrimas, quien también detalló que su hermano sufre de algunos problemas mentales y que su madre teme que pueda atentar con su vida luego de todo lo que pasó. “Esperemos que no, igualmente mi preocupación principal son mis viejos, no lo que pueda hacer Hugo”.
A pesar de lo ocurrido y de la edad de los afectados, el matrimonio de pronto tiene ratos de lucidez en el que hablan con Raúl del abandono que sufrieron. Hugo de repente quiere salir a buscar a su hijo que lleva el mismo nombre e Hilda, por su parte, llora porque no puede creer que le esté sucediendo esto: “No puede ser que no venga a darme un beso”, le dice a Raúl, quien tampoco puede explicarse cómo las cosas terminaron así para sus padres.
Acá les dejamos un video con el desenlace de esta situación que hasta cierto punto, fue un ‘final feliz’ para Hugo e Hilda, en donde gracias a la viralización de su caso, lograron conseguir contención después de tantos ofrecimientos que les hicieron llegar. Ahora se encuentran en un asilo de ancianos en Rosario, con todas las atenciones posibles.