Lo que necesitas saber:
El Ajusco es una de las zonas boscosas que pertenecen a la CDMX. Es un lugar perfecto para realizar actividades al aire libre y convivir un poco con la naturaleza.
La capital mexicana está rodeada de grandes volcanes y cerros acompañados de hermosas zonas boscosas. Al sur tenemos el famoso Parque Nacional Cumbres del Ajusco, un área con naturaleza privilegiada y uno de los pocos lugares de la capital donde cae nieve durante la época de invierno. Aquí te contamos sobre la historia del Ajusco, uno de los hermosos bosques que tenemos en la CDMX.
Este bosque ubicado en una zona montañosa es uno de los lugares ideales para despejarse, convivir con la naturaleza y respirar aire puro. En el Ajusco tenemos el cerro La Cruz del Marqués, que es la elevación más alta de la capital mexicana con una altura de 3,930 metros sobre el nivel del mar y además tiene otras tres elevaciones principales. Los bosques de la zona son famosos por ser el hogar de varias criaturas endémicas que de vez en cuando se dejan ver por los visitantes.
El Ajusco es un volcán extinto y es más antiguo que el Popocatépetl. Su Parque Nacional es todo un referente para visitantes de México y de otras partes del mundo y sus bosques invitan a realizar diferentes actividades que van desde los días de campo y el senderismo, hasta el montañismo para principiantes y expertos. En los días despejados podemos ver sus cumbres desde la ciudad.
El Parque Nacional Cumbres del Ajusco
El 23 de septiembre de 1936 se decreto a la zona que abarca el Ajusco con sus cuatro grandes elevaciones y sus bosques como Parque Nacional, por el entonces presidente Lázaro Cárdenas. Aunque esta área natural se ha visto amenazada por el crecimiento urbano, permanece como una de las zonas boscosas más importantes de la CDMX, ubicada en la alcaldía Tlalpan y parte de la Magdalena Contreras.
Además del cerro La Cruz del Marqués, en el lugar también está el famoso Pico del Águila o Cuauhtépetl, considerada como la segunda cumbre más alta de la capital mexicana y desde donde se pueden tener vistas espectaculares del Valle de México. Este cerro lleva su nombre porque visto desde un ángulo tiene la forma de un águila en vuelo. Entre sus grandes elevaciones también están el Pico Santo Tomás y el cerro Mezontepec.
El del Ajusco es uno de los bosques más extensos que tenemos en la ciudad, junto con el del Parque Nacional Desierto de los Leones, el Bosque de Tlalpan y el Bosque de Chapultepec. Se caracteriza por la gran cantidad de pinos, encinos y oyameles que lo habitan, así como por sus extensos pastizales de montaña y es el hogar de alrededor de 520 especies de plantas y animales. Este bosque invita a la aventura con sus cerros, sus árboles inmensos y sus paisajes increíbles.
El Ajusco prehispánico y colonial
El Parque Nacional Cumbres del Ajusco con su extensión de 920 hectáreas está dentro de la Sierra Ajusco – Chichinauhtzin que también abarca el Estado de México y Morelos. La palabra Ajusco significa “donde florece el agua” en náhuatl y el vocablo original que le daba su nombre era “axochco”, compuesto por “atl” (agua) y “xochitl” (brotar o florecer).
Este lugar donde generalmente caen nevadas en invierno llegó a ser un lugar sagrado para los antiguos pueblos mexicanos. En tiempos prehispánicos, esta región fue ocupada por grupos tepanecas que pelearon contra los mexicas y se retiraron a la zona tras ser derrotados. En 1970 se encontró una escultura que representa a Tláloc en las altas cumbres del lugar.
Dentro del bosque tenemos el basamento de la pirámide de Tequipá, que permanece oculto bajo la vegetación, ya que su zona arqueológica no ha sido muy explorada. Es un centro ceremonial construido por los tepanecas en el siglo XIV. En ella fueron encontradas ofrendas y piezas de cerámica y en su parte alta tenía una piedra en forma de cofre que hoy permanece como una reliquia en el atrio de la iglesia de Santo Tomás y es conocida como “El Cuartillo”.
Siguiendo con su historia, con la conquista se fundó Santo Tomás de Ajusco, en 1531. Es el primer pueblo colonial, dedicado a evangelizar a los habitantes indígenas de la región. Más tarde se fundó el de San Miguel Ajusco y haciendas como El Arenal, Mipulco y la de Xoco. En el lugar se desarrollaron actividades como la agricultura y la tala de madera y la explotación de canteras.
Un paseo por el Ajusco
El Ajusco es un lugar lleno de historia y no faltan los restaurantes y los lugares para hospedarse. Si te gustan las actividades al aire libre no te pierdas una buena caminata por los bosques de este Parque Nacional que tiene senderos únicos con cascadas encantadoras. Si te gusta el montañismo, sube al Pico del Águila para disfrutar de un paisaje increíble.
Para llegar al Parque Nacional Cubres del Ajusco se puede tomar la carretera Picacho – Ajusco, que comienza en el entronque de Periférico Sur y Bulevar de la Luz o seguir la ruta que va desde la desviación de la salida a Cuernavaca en Tlalpan, en el km 25 de la carretera libre a Cuernavaca está la desviación hacia el Ajusco por San Miguel Xicalco.