Lo que necesitas saber:
De vez en cuando todos necesitamos de una papelería, ya sea para nuestros estudios o nuestro trabajo. ¿Cómo eran las primeras papelerías de la CDMX y cómo evolucionaron?
Las papelerías son esos establecimientos que desde que éramos niños nos abastecían de los artículos escolares de la lista del inicio a clases y también siempre que necesitábamos algo en específico para hacer nuestras tareas. Desde lápices y gomas hasta libretas y monografías, las papelerías siguen siendo recurrentes incluso en nuestra vida profesional. Esta es la historia de las papelerías de la CDMX, que comenzó a principios del siglo XIX y continúa hasta el día de hoy.
Sin importar los avances tecnológicos, estos lugares continúan siendo indispensables para cualquier estudiante. Desde los plumones, los juegos de escuadras y los lápices de colores y de diferentes graduaciones hasta las monografías de personajes históricos y de otros temas científicos y sociales, estos lugares resultan recurrentes a lo largo de los ciclos escolares y la historia de las papelerías continúa.
¿Cómo llegaron a la CDMX, cómo eran en un principio y cuál es su origen? Hoy tenemos la típica “pape” de la esquina y además podemos contar con los grandes establecimientos de las famosas cadenas papeleras y de artículos de oficina. Pero cuando surgieron las primeras tiendas de este tipo, estos lugares eran algo diferentes.
Primeras papelerías de la Ciudad de México
Podemos decir que la historia de las papelerías con sus primeros establecimientos en México llegó en la primera mitad del siglo XIX. Estos lugares se dedicaban a vender productos relacionados con el papel, como sobres y tarjetas, además de artículos para escritorio como plumas, cuadernos y tinteros. Algunas de ellas se dedicaban también a la impresión y a la encuadernación.
En un principio, estos lugares fueron abiertos por diferentes empresarios europeos en el Centro Histórico, que se convirtió en el principal centro papelero de la ciudad. Y aunque estas tiendas se dedicaban a vender este tipo de artículos, muchas de ellas también llegaban a ofrecer otras mercancías como muebles finos, pinturas, artículos de costura y mercería, juguetes, vinos y hasta medicamentos.
Entre los primeros lugares que abrieron en la capital mexicana y que en su tiempo fueron muy famosos tenemos “Al Libro Mayor” de 1832 y “La Helvetia” de 1887, grandes establecimientos que poco a poco ganaron su popularidad entre los capitalinos. La necesidad de los artículos de papelería se hizo más grande y así surgieron otros negocios muy parecidos.
El siglo XX
Para inicios del siglo XX abrieron locales como “Casa Serra”, de 1906. Ubicada actualmente en la calle de Bolívar, se especializó en artículos para artistas y de hecho David Alfaro Siqueiros y Francisco Toledo estuvieron entre sus clientes. Otro local famoso fue la papelería “Zig-Zag”, ubicada en 5 de mayo.
Entre otras papelerías que más tarde abrieron tenemos a “El Globo”, que abrió sus puertas en 1929 y que aún podemos encontrar en la avenida 5 de Mayo. Es otra de las de mayor antigüedad y desde sus inicios se dedicó principalmente a la venta y reparación de plumas de todo tipo, además de la venta de los típicos artículos papeleros.
Poco a poco hubo papelerías por toda la ciudad. Para el siglo XX las calles de Mesones y República del Salvador del centro se convirtieron en corredores dedicados a la venta de este tipo de artículos. Ahí podemos encontrar desde mochilas y cuadernos hasta estuches y stickers. Entre sus papelerías más conocidas tenemos a “Marchand” de 1951 y “La Reyna de Mesones”, que abrió en 1986 con el nombre de “La Pequeña”. Y así continuó la historia de las papelerías de la CDMX.
Las grandes cadenas papeleras
Más tarde llegarían las cadenas de los grandes establecimientos. Lumen abrió sus puertas en 1943 en un pequeño local de la calle de República del Salvador. El negocio especializado en los productos para las artes gráficas creció y para fines del siglo XX creó el concepto de HiperLumen, con grandes locales y con un sistema de autoservicio para sus clientes. Otra cadena papelera famosa es Dabo, que abrió sus primeras tiendas en la década de 1970.
Asimismo, para finales del siglo XX abrieron otros grandes establecimientos como Office Depot y Office Max. Si necesitamos algún artículo en especial, hoy contamos con todo tipo de opciones y no falta una papelería cerca de nuestra casa. Y aunque el uso de la tecnología es de lo más común con computadoras y tablets y teléfonos inteligentes, las papelerías siguen siendo indispensables para todos los mexicanos y su historia sigue avanzando.