Lo que necesitas saber:
La Colonia Escandón es uno de los lugares tradicionales de la CDMX que conservan algo de su historia, su arquitectura y su cultura.
En la CDMX hay una gran cantidad de barrios tradicionales. Y cada uno de estos lugares guardan su propio encanto que los hace únicos. La ciudad que tenemos hoy comenzó con los tiempos coloniales y se conformó por diferentes barrios que en su tiempo eran pueblos apartados unos de otros. Esta es la historia de la tradicional Colonia Escandón, un lugar que conserva parte del pasado de la capital mexicana.
Entre algunos de los barrios más distintivos que hay en la capital mexicana tenemos: San Ángel, Mixcoac, Tlalpan o Coyoacán, cada uno con una historia diferente qué contar. La Escandón no se queda atrás. Se fundó a finales del siglo XIX y sus terrenos formaban parte de la inmensa Hacienda de la Condesa.
La historia de la colonia Escandón va de la mano con la de su vecina, la actual colonia Condesa, y también con el barrio de Tacubaya. Es un lugar tranquilo y lleno de historia, que alguna vez quedó en el abandono y que hoy se ha vuelto muy popular, tanto para los mexicanos como para los extranjeros.
La Colonia Escandón en sus inicios
Los terrenos de esta tradicional colonia de la Ciudad de México originalmente eran los sembradíos de la Hacienda Santa Catarina del Arenal, construida en 1610 en el antiguo pueblo de Tacubaya. Para ese entonces ya era propiedad de la tercera condesa de Miravalle que, al venderlos, pasaron por algunos dueños diferentes hasta que los adquirió la familia Escandón en 1869.
Esta familia originaria de Veracruz estaba compuesta por 19 hermanos que, al morir su padre, llegaron a vivir a la capital. Más gente llegaba a vivir a la ciudad y para ese entonces, las grandes fincas y haciendas se fraccionaban para construir nuevas viviendas para una época en la que estaba de moda el tipo de vida europeo, con casonas de grandes jardines.
La colonia es fraccionada
No mucho después, la Escandón quedó dividida en dos secciones que a su vez se fueron fraccionando para vender los terrenos a diferentes propietarios. El nombre de la última familia que compró sus terrenos lo lleva desde el siglo XIX y se le quedó para llevarlo hasta nuestros días.
Los Escandón se enriquecieron gracias a los bienes raíces y establecieron su residencia en la Plaza Guardiola del Centro Histórico, donde también está la famosa Casa de los Azulejos. Esta casona era conocida como el Club de Banqueros, Casa de Leones o Casa de los Perros y fue demolida en 1938.
Pasada la Revolución Mexicana el lugar se estableció como una zona residencial. En algún momento fue famosa porque las familias adineradas construían ahí sus casas de descanso. Después, muchas familias burguesas llegaron a establecerse y para la década de 1930 sus terrenos, todavía más fraccionados, los ocuparon algunos oficiales de alto rango del ejército.
El paso a la modernidad
En la Colonia Escandón todavía se puede ver el paso de la época del porfiriato, con una que otra construcción de estilo afrancesado. Más tarde llegaría la modernidad, pero en algún momento, ante su crecimiento y la demanda de vivienda, los servicios no fueron suficientes y la gente prefirió vivir en otras colonias de la ciudad.
Para la década de 1970 llegaron los grandes ejes viales a esta colonia. Con la construcción de las avenidas Benjamín Franklin, Viaducto Miguel Alemán, Parque Lira y Circuito Interior con Revolución y Patriotismo, muchas de las casonas típicas desaparecieron. En esos tiempos se le llegó a considerar como un lugar inseguro.
Actualmente se ha modernizado, y con la construcción de nuevos edificios de departamentos, así como la llegada de diferentes comercios y su cercanía con la Condesa, ha resurgido como una buena opción para vivir. Además es una colonia céntrica y tiene fama de ser un lugar tranquilo y no tan caro como la Colonia Roma o la Condesa.
La Escandón conserva algo del pasado
Hoy todavía permanecen de pie algunas de sus casas tradicionales y edificios clásicos construidos al estilo art decó por arquitectos reconocidos como Juan Segura y Francisco Serrano. Dentro de la magia de esta colonia está el hecho de que no ha perdido del todo el aire que la hace de algún modo un pueblo dentro de la gran ciudad.
No le faltan los parques, las bibliotecas, los centros culturales, cafeterías, cines y otros tantos atractivos que la hacen una buena alternativa. Lo que sí podemos decir, es que la Escandón marcó toda una época en el siglo XX con sus grandes edificios, sus cantinas y algunas salas de cine que fueron famosas en su tiempo.