Cada temporada navideña llega un nuevo juguete absurdo y creepy por el que quién sabe por qué, los niños estarán haciendo berrinche hasta obtenerlo. Este 2016 son unas cosas llamadas Hatchimals. Ya tienen un rato causando alboroto en las tiendas, sobre todo durante el Black Friday en Estados Unidos, donde se llegó a vender hasta en 225 dólares. El nombre viene de dos palabras: obviamente de animal y hatch, que significa “incubar”. Tiene sentido: todo el chiste del animalito –que está entre un furby y un tamagotchi– es que viene en un huevo y tienes que jugar con él, sobarlo, darle golpecitos y vueltas hasta que notes que está respondiendo (?). Los Hatchimals, aún adentro de los huevos, se manifiestan de formas singulares, con sonidos que son exclusivos de cada uno. Cuando el huevo pone “ojos de arcoiris”, está casi listo para salir del cascarón, pero probablamente tengas que seguir jugando con él hasta que logre salir.
¿Qué pasa después de que rompe el cascarón?
Su comportamiento va cambiando conforme pasa el tiempo, primero se convertirá en un bebé mayor y luego en un Hatchimal adulto. Este juguete se vuelve más interactivo a medida que va creciendo: bailará, repetirá lo que se le diga y se moverá cuando le aplaudas; además, en su etapa más madura, puede jugar con su dueño.
La hermana de Michael Bublé compró un Hatchimal para su sobrino, el pequeño de solo tres años que actualmente está luchando contra el cáncer:
Y hasta el Shaq parece haberse rendido a los encantos del animal peludo:
Según la página del producto, existen dos especies de Hatchimal: Pengulas y Draggles. Los niños escogen el color del huevo y la especie, pero “el Hatchimal les escoge a ellos”. En México ya pueden conseguirse en algunas tiendas. Seguro será un juguete que pasará al olvido rápidamente, pero el simple hecho de “darle vida” puede ser algo interesante… Siniestro e interesante.