Es más o menos común que al cambiarte a una nueva casa que antes estuvo habitada, te encuentres con una que otra cosa que dejaron u olvidaron los dueños previos. Casi siempre se trata de tazas, platos o hasta cuadros que te pueden hacer la vida más fácil. Sin embargo, hay casos en los que los nuevos inquilinos se llevan una sorpresa misteriosa y tétrica, como lo que le pasó a un músico famoso, pues aunque ustedes no lo crean, se mudó a un nuevo hogar y le mandaron las cenizas de un completo desconocido.
Resulta que desde hace algunos días, empezó a sonar duro la historia de Hamilton Leithauser, el vocalista y frontman de The Walkmen (quien por cierto, regresará este 2023 junto a la banda estadounidense). Para que se den una idea de cómo está la situación, hace seis años decidió mudarse a otra casa en Brooklyn, Nueva York. Todo iba de maravilla hasta que un día, de la nada y sin esperarlo, recibió un paquete dirigido al “residente actual” con los restos de una persona random.
El frontman de The Walkmen se mudó a una nueva casa y le llegaron las cenizas de un desconocido
De acuerdo con lo que el propio Hamilton ha contando en sus redes sociales, le llegó este paquete que incluía las cenizas de un hombre que fue incinerado en 2017… así como lo leen. Por supuesto que no entendía lo que estaba pasando, es por eso que se puso en contacto con la funeraria donde cremaron al sujeto desconocido para entender la situación y devolver lo que no era suyo. Sin embargo, las cosas no salieron como él esperaba, pues la persona que lo atendió (quien supuestamente es el dueño del negocio) le gritoneó y hasta le colgó la llamada telefónica.
Curiosamente, la historia de Hamilton Leithauser llamó la atención de algunos medios pequeños de Nueva York. Para que se den una idea, la cadena local ABC7, publicó un reportaje sobre el verdadero calvario que ha pasado el frontman de The Walkmen y lo más gracioso del asunto es que jamás mencionaron su historia como cantautor ni muchos menos que pertenece a una banda famosa, jiar jiar jiar.
Por ahora y después de que se le pasara el susto, Hamilton ya se está tomando todo esto como si fuera un chiste, pues no le queda de otra. Sin embargo, aún no sabe qué hacer con las cenizas, pues no tiene información del nombre de la persona que le mandaron por correo como para entregarlo a sus familiares o conocidos. No cabe duda que las personas que antes vivían en nuestras casas de repente dejan cosas para los nuevos inquilinos, pero ¿de plano abandonar los restos de una una persona que ya partió de este mundo? Está muy gacho, ¿no creen?
