La ciencia siempre se ha encargado en llevar un constante progreso para que la humanidad pueda vivir con mayores comodidades y a la vez saciar su sed de conocimiento. Tan grande ha sido la necesidad de las personas por dar un paso adelante en el rubro de la ciencia, que incluso se ha incursionado en el estudio de la vida y sus misterios.
Durante años, se ha intentado perfeccionar el proceso de la clonación, ya sea por motivos médicos o biológicos. El hecho de poder duplicar el ADN de un ser vivo y así poder crear una copia biológicamente exacta de este, es sin duda uno de los avances más notables en el mundo científico.
¿Por qué mencionar todo eso? Es sencillo, hoy se cumplen 11 años desde que se logró uno de los avances en la ciencia: La clonación de un perro.
Puede que piensen que clonar a un perro es la cosa más sencilla del mundo, pero este muchacho fue el resultado de la transferencia de 1,095 embriones del perro en 123 hembras, de los cuales sólo se lograron tres embarazos. Uno de los fetos se malogró y otro murió de pulmonía a los 22 días de haber nacido. Snuppy fue el ganador.
Como ya lo mencionamos, el buen Snuppy fue el primer perrito clonado. Este muchacho es una réplica de un canino afgano, realizado por Woo Suk Hwang y su equipo de científicos en la Universidad Nacional de Seúl, capital de Corea del Sur. “Snuppy” es una combinación de “SNU” -las siglas de la universidad- y “puppy”, que traducido al español, significa cachorro.
La madre del buen Snuppy era un labrador retriever y para hacer el parto posible, se tuvo que recurrir a una cesárea. Al final todo salió bien y como resultado, se obtuvo un cachorrito de apenas 530 gramos de peso.
Awww
Todo esto sucedió el 24 de abril de 2005, gracias a que se obtuvieron células adultas de la piel de la oreja de un perro de raza afgana. Se usó el método de transferencia de núcleo, que de hecho, fue una técnica similar a la que se empleó con Dolly, la primer oveja en ser clonada.
Hubo un par de cosas que hicieron que la historia del buen Snuppy fuera cuestionada por algunos investigadores, pero en 2006 todo se aclaró y declararon que el perrito era legítimamente clonado.
Siempre recordaremos a Snuppy por ser un canino nacido de una manera especial; este perrito es sin duda, ¡una grandiosa casualidad!
