Hace algunos años Bart Jansen, se volvió famoso por construir máquinas voladoras con ¡cadáveres de animales!, todo comenzó con su gato Orville, al que convirtió en una especie de drone después de que murió atropellado en 2012, para esto recibió un poco de ayuda de su amigo ingeniero Arjen Beltman. A su invento lo llamaron el ‘Orvillecoptero‘, según él fue un homenaje a su mascota.
Su fascinación por convertir animales muertos en objetos voladores no paró ahí, en 2013 hizo otro pero ahora con una avestruz muerta que le donaron en una granja, para esto también volvió a trabajar con Arjen Beltman, el responsable de toda la parte mecánica; para 2014 Jansen hizo algo más pequeño, un ‘Ratcopter’, con una rata muerta que le dio un niño de 13 años, esta vez él hizo todo el trabajo.
Ese mismo año Bart consiguió un pequeño tiburón que murió por una infección en un acuario y lo convirtió en un “Sharkjet”.
Ahora se encuentra trabajando con un tejón al que planea convertir en un submarino, pero su plan más ambicioso es construir un ‘Mancopter‘, pero no se espanten, no es lo que piensan, quiere utilizar un animal que sea lo suficientemente grande para que un humano quepa en su interior, por lo que ha estado pensando muy seriamente en utilizar ¡una vaca!, después de ver sus trabajos no dudamos que lo logre, pero en serio, ¿alguien se subiría a una vaca muerta?….