Ahhh la Navidad, ese día tan colorido que esperamos con ansias durante todo el año, y que se distingue por los adornos, el árbol, la comilona, el compartir tiempo con la familia, y por supuesto, los regalos. Así como lo acabamos de describir parece un sueño, pero en la realidad suele ser más pesado, sobretodo a la hora de la reunión familiar, donde siempre hay parientes con los que la convivencia se puede convertir en un infierno.
Y cuando se supone que toda esta tensión se puede aliviar con un bonito presente, resulta que lo recibes con emoción en los ojos, te deshaces de la envoltura como un animal devorando a su presa y ¡PUM! Te sorprenden con un lindo disco de un artista que ni te gusta, o con una playera que ni siquiera es de tu talla.
Pero no se preocupen amigos, en Sopitas.com siempre preocupados por ustedes, les presentamos una guía para que puedan reciclar esos regalos que nunca pidieron, y que seamos honestos, jamás van a utilizar y hasta es probable que terminen en la basura. Lo mejor es tener un poco de paciencia, y reconocer cual es la ocasión ideal para volver a darlo a alguien más que puede otorgarle un mejor uso, sin que nadie lo note y además, todos terminan contentos: ustedes se ahorran una lana, se olvidan de algo que no quieren, y por si fuera poco, hacen feliz a alguien más.
Calcetines, playeras, bufandas
Nunca faltan los tío lejanos y codos, que no has visto como en 8 años, y por ello te regalan o unos calcetines y bufandas, que además de baratos, son muy genéricos, o una playera de esas económicas que encuentran en cualquier Waltmart, Sams o Costco y que para el colmo, es del color que menos te gusta y ni es de tu talla. Tranquilos, ustedes ofrezcan un gracias y pongan la mejor cara que puedan, guardando dicha prenda para el momento preciso ¿Y cuál ese ese? Se preguntarán muchos de ustedes, ah es muy sencillo. Calcetines, bufandas y playeras, siempre se lo pueden dar a alguien con el pretexto de que quisieron tener “un bonito detalle”, pero por favor no lo den a NADIE en su cumpleaños, porque se verán muy miserables. Ahora que si quieren verse caritativos, hasta lo pueden donar a personas que realmente lo necesiten, ya saben, gente menos afortunada que de verdad necesita una de esas prendas y que no se anda preocupando por tallas, marcas o colores.
Perfumes
Uffff, este si es medio complicado, porque es muy raro que te den un perfume carísimo de París que no te guste. Si el perfume es de precio elevado y de una marca reconocida, no tendrán problemas para reciclarlo, sólo lo guardan y ahora sí, en un cumpleaños de un amig@ se lo pueden dar y hasta se verán dadivosos, evidentemente nunca mencionándole que no les gustó y por eso se lo están dando, sino con una mentirijilla blanca del tipo: “vi este buen perfume y creo que te lo mereces, campeón@”. El problema es cuando a parte de que no les gusta, el perfume es medio chafa, de esos que te dan muestras en el metro diciendo que son “imitaciones finas”. Pero como todo tiene solución en esta vida, se lo pueden dar a alguien no como un perfume, sino como un aromatizante. Así es, pueden decirles que ese aroma queda perfecto para quitar ese olor a cigarro, el de las mascotas o hasta el del baño, y problema resuelto. De nada.
Tazas, plumas, libretas
Tal vez de todos en la lista, este es el peor regalo que pueden recibir, y evidentemente el peor que pueden dar así que se los rogamos, no lo hagan ¿Y por qué es el peor? Regalar una taza o un juego de plumas y/o libreta, no les va a servir de mucho al menos que sean escritores o dueños de un restaurante, además de que creemos que es algo muy impersonal ¿Y entonces cómo me deshago de esto tío Sopitas? Ah muy sencillo, se lo pueden regalar a ese bello espécimen híbrido nativo de los corporativos de oficinas más importantes, también conocidos como Godínez. Así es, estos oompa loompas modernos, pueden darle un gran uso a las tazas, para tomarse su café o té, y usar las plumas y libretas para apuntar todos los pendientes que jamás lograrán terminar. Ahora que si ustedes mismos son unos Godínez, pues… este… mmm… se lo pueden dar a alguien más Godínez, sí claro, eso. Siguiente punto.
Discos, libros, películas
Para cualquier fan de la música, literatura y el séptimo arte, no hay nada más bello que recibir en un intercambio esa obra de su artista favorito que tanto les gusta, por ello la decepción es inversamente proporcional cuando reciben el nuevo disco de Espinoza Paz, el libro del Werevertumorro o la colección en Blu Ray de la filmografía completita del Caballo Rojas. Lo único rescatable de todo esto, es que en gustos se rompen géneros, y seguramente siempre habrá alguien, que sabe Dios por qué, le gustan ese tipo de horribles cosas, y pueden hacerles un favor al regalárselos. Ya si de plano está muy gacho, hasta para hacer una broma les funciona, ya saben, si quieren trollear a alguien dándole un regalo que de antemano saben que lo aborrecerá, lo pueden hacer.
Certificados de regalo
Chale, estos sí están muy chacas, porque es el desinterés hecho “regalo”, es como “no tuve tiempo de comprarte algo, y fui al Suburbia que me quedaba de paso y compré un certificado de regalo.” Pero aquí es donde aparece esta útil guía para salvarlos, y es que regularmente las tiendas que ofrecen este servicio de los certificados de regalo son grandes, es decir venden una variedad importante de productos, así que lo que tienen que hacer para tener un reciclaje exitoso, es simplemente darse una vuelta por dicho establecimiento y hacer una búsqueda exhaustiva, para encontrar los dos o tres artículos medio buenos que venden y se ajustan a su presupuesto, y así intercambiarlo por un objeto que será un buen detalle para el niño, la niña. Incluso pueden esperarse un par de meses, para que llegue el cambio de temporada y ver si traen nuevas cosas, sólo apúntenle bien y fíjense si no tiene alguna fecha de caducidad o algo parecido.