Hace unos días, Jarvis Cocker fue visto chachareando en La Lagunilla, algo que muchos hacemos para distraernos en domingo. El líder de Pulp lo ha hecho por años (bueno, no en La Lagunilla, pero sí en mercados de pulgas) y, en Good Pop, Bad Pop, hace un extenso inventario de objetos acumulados a lo largo de los años, descubriendo en ellos nuevos significados, recordando anécdotas y – porque hay que hacer espacio – también desechando: “Keep or Cob”.
La tarea fue titánica. En casi 400 páginas fue imposible meter todo lo que sacó de un desván repleto de diversos objetos. Desde la envoltura de un chicle, hasta un cuadernillo en el que – ohhhh, qué maravilla de santo grial – un imberbe Jarvis Cocker hizo todo el plan de lo que debería ser Pulp. No como banda, sino como movimiento. “Un plan maestro para dominar al mundo”, ja.
Pese a lo anterior, Good Pop, Bad Pop no está atascado de referencias a la banda de Sheffield. Más bien se trata de un documento personalísimo de Cocker, en el que suelta datos que ni los más fans se saben.
No hay manera: en su actividad muy a la Marie Kondo, el músico se fue topando con objetos que lo hicieron decir “ah chin$%&a, ¿y esto de dónde salió?”… y de ahí reflexiones inesperadas, algunas llenas de humor e ironía.
No es raro que todo esto suene a canción de Pulp. Algunos capítulos parecen precuelas de “Babies” o “Do You Remember The First Time?”, especialmente aquellas en las que Jarvis expone que era bastante inquieto. Que era un chamaco caliente, pues… necesario después de dar muestras de que también era un ñoñazo.
“No me gustaría que tuvieras la impresión de que mis preocupaciones de adolescente eran puramente creativas… también había preocupaciones procreativas”.
Claro, como dicen en el documental Pulp: A Film About Life, Death and Supermarkets, muchos pueden hablar de sexo, pero de la forma en la que lo hace Jarvis Cocker, pocos. No centrándose en el mete-saca, sino echando ojo a lo que hay alrededor de eso: las miradas, la ropa, el olor, los fluidos, etcétera, etcétera y muchos más etcéteras.
Cosas muuuuy preciadas, cosas no tanto y cosas nada preciadas por Jarvis Cocker, es lo que hay en Good Pop, Bad, Pop, un libro que, más que enlistar los objetos que alimentaron la probada creatividad de Jarvs durante sus años de formación (quizás haya segunda parte, acaba justo cuando Pulp comienza a ser conocido), hacen ver que todos, al menos en alguna parte de nuestra vida, hemos sido creativos.
“Estoy escribiendo este libro porque quiero que sepas que tú también eres Mágico”, suelta Jarvis en una de las partes centrales y emotivas del libro. Tenía que serlo al evocar su encuentro con Leonard Cohen, quizás en la época en la que grabó “I Can’t Forget”, una canción que bien podría sonar durante toda la lectura. “I can’t forget, but I don’t remember what”…
Jarvis Cocker presentará Good Pop, Bad Pop en el “Hay Festival” de Querétaro. Ya no hay entradas, pero se podrá seguir por streaming.