En los últimos meses ha crecido una tendencia en TikTok donde las personas aprovechan para presumir al mundo el cambio físico que tuvieron. “Les voy a mostrar mi glow up” dicen los videos de ese tipo, en donde vemos a personas —en su mayoría mujeres— mostrando el antes y después de bajar de peso.
En el mundo de internet, el término ‘glow up’ habla del cambio que una persona tiene para sacar su ‘mejor versión’; ese cambio puede ser mental o personal —como que te den de alta en la terapia, por ejemplo—, sin embargo, la mayoría de los videos en redes sociales relacionados con esta palabra son de personas que bajan de peso radicalmente.
El término del ‘Glow up’ en el mundo de internet
“No eres fea, sólo te falta tu glow up” o “Me cansé de ser fea y decidí hacer algo al respecto”, son algunas de las frases que una puede encontrar en los videos de este tipo, los cuales en su mayoría son de mujeres. Esto no es extraño si recordamos que vivimos en un mundo que nos aplaude por ser delgadas y nos ataca por ser gordas.
Lo vimos recientemente con un caso en la música que sonó bastante: el de Adele. La cantante británica es una de las mujeres más exitosas de la industria musical en la actualidad: tiene tres discos, 15 Grammys, un premio Oscar y álbumes que han vendido millones de copias en todo el mundo. Sin embargo, muchos aún consideran que su mayor logro es haber perdido más de 70 kilos.
La relación de dichos términos con la ya conocida ‘gordofobia’
Los ejemplos mencionados son sólo producto de un problema: la gordofobia, que es el odio o rechazo —consciente o inconsciente— que las personas reciben por el simple hecho de ser gordas y no entrar en los estándares de belleza. Y si bien la población con obesidad siempre ha sido objeto de chistes y bromas, la realidad es que esta problemática afecta más a las mujeres.
No lo decimos porque si. Un estudio de 2019 realizado por Raymundo M. Campos y Eva González, investigadores del Centro de Estudios Económicos del Colegio de México, arrojó que al momento de pedir trabajo una mujer con sobrepeso tiene que mandar su CV un 37% más de veces que una mujer delgada.
Las mujeres obesas tienen menos oportunidades laborales en México
En dicho estudio se enviaron 3 mil 202 CV ficticios con fotos de una mujer y un hombre que aplicaban a los puestos de trabajo ofertados. En varios de ellos los dos candidatos aparecían con fotos normales —eran de complexión delgada— y en otras con imágenes alteradas donde se veían con sobrepeso. Al final las dos personas eran las mismas y tenían los mismos conocimientos, pero en las imágenes sólo cambiaba su peso.
El estudio determinó que las mujeres delgadas tienen un 29.1% de probabilidad de ser llamadas para obtener un puesto de trabajo. En el caso de las mujeres con obesidad, esa cifra disminuye hasta 21.3%. Lo curioso es que para los CV de hombres en el experimento, el peso o la apariencia física no fueron un factor que influyó al momento de su contratación.
Esto sólo nos comprueba que en México las mujeres no sólo debemos lidiar con la discriminación por el color de piel o la existente brecha de género que hay en el mundo laboral —de acuerdo con datos brindados este 2021 por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), los hombres ganan 1.3 más veces que las mujeres—, sino que también debemos soportar la discriminación por ser gordas.
Es verdad que para muchas personas la solución más factible para que las mujeres gordas dejen de ser violentadas es bajar de peso. Pero en realidad la obesidad es una enfermedad compleja que involucra varios factores y además, cada vez más difícil de combatir gracias a los prejuicios y estereotipos que hay en torno a ella.
Los factores que desarrollan la obesidad nos afectan más
Un informe publicado en septiembre de 2019 por la Sociedad Psicológica Británica mencionó que “la obesidad no es una ‘elección'” y en realidad la gente se vuelve obesa por una combinación de factores biológicos, psicológicos, ambientales y sociales. En pocas palabras, la obesidad no es por la falta de voluntad de alguien al momento de hacer una dieta.
“Las personas con más probabilidades de tener un peso poco saludable son aquellas que tienen un alto riesgo genético de desarrollar obesidad y cuyas vidas también están moldeadas por entornos laborales, escolares y sociales que promueven la sobrealimentación y la inactividad”, indica el estudio de la Sociedad Psicológica Británica.
Entre el estrés, la genética y la desigualdad laboral
“Las personas que viven en áreas desfavorecidas a menudo experimentan altos niveles de estrés, incluidos los principales desafíos y traumas de la vida. A menudo sus comunidades ofrecen pocas oportunidades e incentivos para la actividad física y las opciones para acceder a alimentos saludables asequibles son limitadas”, afirma el estudio.
La Sociedad Psicológica Británica también detalla que las experiencias psicológicas juegan un papel importante en la obesidad, pues más de la mitad de las personas adultas que buscan ayuda para bajar de peso han experimentado traumas en la infancia. Algunos de ellos son por no poder bajar de peso y el sufrir discriminación de los profesionales de la salud.
Si aterrizamos esas conclusiones en la vida de las mujeres en México, lo mencionado en el estudio podría darnos algunas pistas. Una encuesta realizada en 2019 por el INEGI dio a conocer que las mujeres destinan en promedio 25.7 horas a la semana para realizar sólo trabajos en casa (barrer, planchar, lavar, etc.). En comparación, los hombres ocupan 11 horas para hacer dichas actividades.
En cuestiones laborales las mujeres mexicanas destinan 59 horas en la chamba, mientras que la jornada laboral —durante la semana— sólo abarca 53 horas cuando se trata de los hombres. Si esa clara diferencia ya representaba mucho estrés para las mujeres en nuestro país —que es uno de los factores ligados a la obesidad—, tampoco podemos dejar de lado los efectos de la pandemia de COVID-19.
Los factores de la obesidad que se agravaron gracias a la pandemia de COVID-19
En septiembre de este 2021, la ONU dio a conocer que el nivel de ocupación laboral entre las mujeres mexicanas durante la pandemia se redujo 7% en comparación con la registrada en enero de 2020, meses antes de que la emergencia sanitaria llegara a nuestro país. Si bien algunas pudieron estar en el modelo de trabajo desde casa, esto no fue tan benéfico como se pensaba.
El estudio realizado indicó que las mujeres tuvieron que acoplar su vida laboral y en casa al mismo tiempo, algo que les provocó un agotamiento físico y mental:
Reportan dolores en diversas partes del cuerpo, gastritis, migrañas, insomnio, subir o perder peso u otros malestares. En lo emocional, las mujeres reportan haber experimentado estrés, miedo o preocupación a contagiarse, a perder el trabajo, a la muerte, tristeza, desesperación, coraje, soledad, ansiedad, culpa, y angustia.
El mito del ‘glow up’ para las mujeres en México
Si una mujer en nuestro país no tiene tiempo/dinero para ir al gimnasio, y a eso le agregamos otros factores como la desigualdad laboral, el trabajo en casa no remunerado, la violencia de todo tipo a la que estamos expuestas y la exigencia de ser atractivas; nos queda muy claro porqué muchas mujeres buscan un ‘glow up’ a cualquier costo.
En los últimos años varias industrias han comenzado a abrir espacios para mujeres que no son delgadas —en la moda y televisión cada vez es más común ver a mujeres gordas—, pero la realidad es que en redes sociales podemos comprobar que las mujeres gordas no se salvan de los comentarios de odio y sobre todo, no tienen la misma aceptación que las mujeres delgadas y de belleza hegemónica.
Y lo que hay detrás de este término que cada vez es más popular en internet
No es una mentira decir que ser delgada es visto como sinónimo de belleza y eso nos lleva a buscar métodos poco saludables para perder esos kilos de más, los cuales por supuesto abundan en plataformas como TikTok donde es común toparnos con tés milagrosos, retos —poco sostenibles— de 30 días y nutriólogos que satanizan alimentos, sólo por mencionar algunas cosas.
Esto a su vez lleva a muchas adolescentes —y mujeres de todas las edades— a caer en trastornos alimenticios como la anorexia, la bulimia y atracones que al final no resuelven el problema y, al contrario, lo agravan más.
Es triste pensar que ante los ojos del mundo uno podría pasar como una persona sana sólo por ya no ser gorda. Entonces, a veces no podemos evitar preguntarnos ¿realmente las mujeres buscamos adelgazar porque así lo deseamos o porque el mundo nos lo exige?
Cada una de nosotras sabe esa respuesta y lo que hay detrás de ella. Lo que sí es cierto es que quizá deberíamos dejar de llamar ‘glow up’ al hecho de bajar de peso, pues al final una nunca sabe si detrás de esa transformación asombrosa en redes sociales está esa falsa ilusión de ser felices y poder mostrarnos al mundo sin el temor a ser atacadas por no entrar en los estándares.