Hoy en “noticias que parecen del Día de los Inocentes”… No es mentira decir que luego de la pandemia de COVID-19 el mundo cambió a cómo lo conocimos durante varios años, y si aún no lo consideran así entonces pregúntenle a la gente de Japón que asiste a sesiones para “aprender a sonreír”.
Sí, leyeron bien. Resulta que en marzo pasado y después de tres años de pandemia, el gobierno de Japón quitó la recomendación de usar cubrebocas en cualquier lugar. Algo que para muchos ciudadanos ha resultado más difícil de lo que suena.
En Japón las personas pagan sesiones para aprender a sonreír
Y es que las personas en Japón se acostumbraron tanto a usar cubrebocas que se olvidaron de cómo sonreír por lo que acuden a Keiko Kawano, una mujer que se ha convertido en una sensación con su compañía Egaoiku (cuya palabra se traduce como “Educación de la sonrisa”) en dicho país.
¿La razón? que Keiko Kawano ofrece lecciones para enseñar a las personas cómo sonreír de nuevo. “La gente no ha estado levantando las mejillas debajo de una máscara o tratando de sonreír mucho”, dijo Keiko Kawano en una entrevista al New York Times en mayo de 2023.
Una mujer ofrece sesiones para que las personas aprendan a sonreír otra vez
La mujer detalló que por cada sesión para aprender a sonreír, las personas pagan alrededor de 55 dólares (unos 960 pesos mexicanos) para ejercitar los músculos de la cara y poder sonreír a la gente ahora que ya van por la calle sin usar cubrebocas.
De hecho, Kawano tiene su propia técnica para que la gente aprenda a sonreír otra vez: la “Técnica de la sonrisa estilo Hollywood”, en donde la mujer enseña cómo hacer “ojos de media luna” y “mejillas redondas” para que al sonreír se vean los dientes. Así como sonrisa de comercial.
Pues el uso de cubrebocas provocó que la gente en Japón olvidara cómo sonreír
Aunque para muchos pagar por aprender a sonreír suena más a una estafa piramidal, Keiko aseguró que culturalmente el sonreír a la gente es una señal a las demás de que eres una persona amigable y nadie corre peligro contigo a su lado.
Keiko Kawano también contó que lleva ya varios años enseñando a personas cómo sonreír con ayuda de espejos y hasta haciendo que la gente articule la boca para acostumbrarse a la sensación de una sonrisa. Sin embargo, la demanda de sus sesiones aumentó bastante después de la pandemia.
¿Se imaginaron que el COVID-19 provocara que la gente ya no supiera sonreír?
Incluso estudiantes acuden con ella por recomendación de profesores, pues para entrar a trabajar o cosas similares la gente necesita aprender cómo sonreír y comunicarse con las personas de manera amena. Sobre todo cuando se trata de gente del extranjero.
Si bien la pandemia de COVID-19 fue una emergencia sanitaria que llegó hasta donde nunca imaginamos, sinceramente nunca nos imaginamos que una de sus consecuencias sería hacerle olvidar a la gente cómo sonreír a los demás. ¡Increíble!