A pesar de que para muchos el mejor peludo por excelencia es el perro, no podemos hacer a un lado a los gatos, quienes a su manera son muy adorables (cuando quieren).
Mientras que los perros demuestran su cariño de muchas maneras, los gatos son un tanto menos efusivos. Eso sí, ambos animales demuestran cariño al lamernos. Sin embargo, en el caso de los gatos su nada delicada lengua se siente como una vil lija.
Como todas las cosas en la naturaleza, la lengua áspera y puntiaguda de los gatos tiene una razón de ser:
Gracias a una serie de filamentos de queratina (sustancia que conforma las uñas) la lengua de los gatos es similar a un cepillo y remueve grandes cantidades de pelo.
¿Pero por qué es tan importante el limpiarse tanto? Debido a los aceites naturales que desprenden de su piel. Los gatos, como todo buen depredador, dependen de que su olor no sea detectado con facilidad. Es por eso, que después de tener contacto con nosotros, los gatos se limpian de manera vehemente para que nuestro olor no se interponga en su cacería.
Así mismo, los gatos tienen una poderosa mordida, pudiendo abrir la boca de manera muy amplia. Aunque esto hace que sus labios no se puedan juntar, razón por la cual hasta para tomar agua usan la lengua de manera muy creativa.
En fin, a pesar de que su lamida no es del todo agradable, hay que tener en cuenta que los gatos solamente lamen a la gente que quieren mucho, a diferencia de los perros que demuestran afecto a diestra y siniestra.