Aunque esta sofisticada técnica es utilizada para operativos en los que, suponemos, se combate criminales, igual resulta ideal para hoy viernes; día en el que muchos agarran la jarra hasta niveles en los que las llaves se pierden mágicamente.
Sólo que tendrás que confiar en la puntería de quien te auxilie (no vaya a encajar el palo en salve sea la parte). Y claro, lo difícil será conseguir una rama de árbol con la resistencia suficiente como para no quebrarse al elevar por los aires los tacos de suadero extra que te has recetado últimamente.
Tan sencillo como mejor hablarle al cerrajero y evitar darte un fregadazo por querer imitar las habilidades de los vietnamitas.