Los animales nunca dejan de sorprendernos, pues muchas veces nos muestran desde su lado más salvaje hasta gestos extraordinarios que nos hacen pensar que tienen algo de humano, por ejemplo estas focas bebés que le regalaron sus mejores poses al lente de Gunther Riehle.
El afortunado fotógrafo logró estas tiernas imágenes en la Isla Madeleine, en Quebec, Canada, en donde estuvo sólo a unos cuantos centímetros de foquitas recién nacidas que jugaban en la nieve… ¡AWWW!
Gunther asegura que las crías no mostraron miedo en lo absoluto cuando él se les acercó con su cámara y que incluso algunos se acercan curiosos a los humanos. Los cachorros sólo están a la espera de que sus madres aparezcan para darles de comer, lo que sucede casi alrededor de dos horas.
Así que si esta mañana despertaron muy crudos o muy desvelados (estamos seguros de que fue así) y necesitan un abrazo, les dejamos esta bonita serie de imágenes que es lo más cercano al abrazo que no podemos darles… ¡Ternuringa!
¡Feliz año nuevo!
