Imaginen que están disfrutando de un día de playa con su familia y se encuentran lo que parece una boya gigante llena de moluscos, obvio van a posar al lado de tal descubrimiento, para tener un recuerdo de sus vacaciones.
Eso le pasó a la familia Gravell que se encontraba pasando el día en una playa de Gales, cuando el mar arrastró un objeto gigante y redondo hacia donde ellos estaban. Los señores Gravell no vieron nada de malo en que sus hijos pasaran la tarde jugando al rededor de la ‘boya’ y hasta tomaron varias fotos.
Cinco días después se enteraron que “la boya” era en realidad una bomba sin explotar de la Segunda Guerra Mundial y que la playa donde pasaron todo el día fue clausurada para poder hacerla detonar… ¡PUM!.
Después de saber la noticia la familia estaba en shock y la madre contó a la prensa como encontraron la bomba: “La marea estaba alta”, pensamos que era una boya. Estábamos más interesados en los moluscos que tenía pegada. Los estábamos miranado cuando Gareth (el padre) se dio cuenta que la boya tenía una cadena. Incluso hice un chiste de que era una enorme bomba pero no era lo que pensaba. Sólo después, cuando nos enteramos de la realidad, nos dimos cuenta que fuimos muy afortunados. Estuvimos cerca del desastre”.