La crisis financiera que golpea a Venezuela desde hace unos años, castiga a la ciudadanía de forma cruel. Ni el Petro, ni el bolívar soberano logran dar un respiro al pueblo venezolano. La noticia del aumento de sueldo mínimo a menos de un dólar, resulta ofensivo para sus habitantes. Para que nos demos una idea, en imágenes, así se ven los fajos de billetes que pagan los venezolanos a cambio de kilo de alimentos.
En la siguiente galería nos podemos dar cuenta de los fajos de billetes que pagan los venezolanos a cambio de kilo de alimentos. Sin embargo, las fotografías fueron tomadas en bolívares, pero a partir del pasado 20 de agosto de 2018, el bolívar fue reemplazado por el Bolívar soberano, restándole cinco ceros a la moneda.
Esto es lo que se paga por un kilo de pasta: 2 millones 500 mil bolívares, en contraste la conversión a dólares serían tan sólo 38 centavos de dólar.
En la creación de la primer criptomoneda de Venezuela en 2017, el Petro, Maduro anunció que el valor de la cibermoneda estará respaldado por un barril de petróleo. Aproximadamente unos 60 dólares. En la reconversión monetaria, las autoridades han afirmado que el bolívar soberano estará anclado al Petro para darle mayor estabilidad.
A partir del primero de septiembre, el gobierno de Nicolás Maduro anunció el quinto reajuste al salario. El Despacho de la Presidencia, se engalanó en informar en redes sociales que el sueldo subirá de 5,2 millones de bolívares a 180 millones bolívares soberanos. Lo que en cambio de moneda equivale a alrededor de 28 dólares. Con lo que rasguñando medio lograrán completar para una canasta básica. Por que como suele pasar, cuando los salarios aumentan, los precios también lo hacen.
En Venezuela, el pan es un verdadero lujo, es mejor comprar harina para hacerlo en casa. Un kilo de harina cuesta 2 millones 500 mil bolívares, en contraste la conversión a dólares serían tan sólo 38 centavos de dólar.
Los fajos de billetes que pagan los venezolanos a cambio de kilo de alimentos, incluye un kilo de arroz, donde se pagan más de 25 fajos de billetes hasta completar cuesta 2 millones 500 mil bolívares, 0.38 dólares.
Y ni qué decir de un kilo de zanahorias. Lamentablemente, en Venezuela hacer una crema de zanahoria se convierte en un derroche al pagar tres millones de bolívares, 0.46 dólares.
Como el precio del aceite para cocinar está por las nubes, muchos venezolanos optan por comprar manteca, vaya remedio, en las tiendas se vende medio kilo de manteca por tres millones de bolívares, 0.46 dólares.
Un kilo de jitomate vale cinco millones de bolívares, tres cuartos de dólar.
Si se canjean fajos de billetes que pagan los venezolanos a cambio de kilo de alimentos, hablar de artículos de higiene personal, resulta una locura. Las garantías individuales, se ven desdeñadas en una de sus peores crisis. Por una barra de jabón de tocador, se tienen que pagar cerros y cerros de billetes, una verdadera ofensa. Tres millones 500 mil bolívares, 0.53 dólares.
Un simple rollo de papel sanitario, ya no hablemos del paquete, un sólo rollo supera el doble de su tamaño en dinero. Cuesta tres millones de bolívares, 0.46 dólares.
Tener un bebé en Venezuela, te puede quitar el aliento. Un paquete de pañales cuesta ocho millones de bolívares, un dólar con 22 centavos.
Aquí viene lo peor, los productos de origen animal son inalcanzables para los venezolanos promedio. Siendo exclusivos de los más adinerados. Los fajos de billetes que pagan los venezolanos a cambio de kilo de alimentos se triplican cuando se habla de quesos, carnes rojas y bancas.
Un kilo de queso vale 7 millones 500 mil bolívares, alrededor de un dólar con 14 centavos.
La siguiente imagen es denigrante para cualquiera, los cerros de billetes que pagan los venezolanos a cambio de kilo de alimentos se convierten en torres cuando se habla de carne roja.
Un kilo de carne cuesta nueve millones 500 mil dólares, un dólar con 45 centavos.
Comprar un pollo de 2.4 kilos cuesta 14 millones de bolívares. Con el sueldo actual, ni ahorrando el 100% de su sueldo a lo largo de todo un año los venezolanos conseguirían comprar uno.
Esta es una radiografía de la crisis financiera que se vive en Venezuela, pero también es la razón por la que el éxodo venezolano supera récords históricos. Esperemos que con el aumento de sueldo las cosas cambien y nuestros hermanos venezolanos tengan una mayor oportunidad de mejorar su calidad de vida.