¿Existe alguien en este mundo a quien no le guste tomar siestas? Probablemente, pero más que nada, esta información va dirigida a todas las personas que gustan de echarse un coyotito en las tardes para recargar pila.
Aunque somos conscientes de que es una de las actividades más geniales que existen, también podrían ayudar a recortar nuestra esperanza de vida. Esto de acuerdo a un estudio llevado a cabo por la Universidad de Cambridge, el cual preguntaba a las personas acerca de sus hábitos de sueño.
Había personas que tomaban siestas de menos de una hora y otros que podrían ganar las olimpiadas, si dormir fuera un deporte. Para el final de este estudio, que tomó 13 años, los resultados revelaron que las personas que pasaban más tiempo tomando siestas habían muerto en un 32% más que quienes no lo hacían.
Claro que las causas de muerte variaban, ya que habían factores como problemas cardiacos, cáncer y enfermedades respiratorias. Pero los investigadores no detuvieron la conclusión de que cualquier causa diaria que tenga que ver con la fatiga, puede propiciar a que la gente muera joven.
No es que con esto queramos decir que dejen de tomar siestas (tal vez eso no sea posible). Pero sí sería una buena idea controlar las horas que se duerme en las tardes; ya saben, por si quieren llegar a ver como cambia el mundo en los años venideros.
Vía medicaldaily