Sí, sí, sabemos con certeza que ustedes ya estaban totalmente conscientes de esa situación. Sólo necesitamos un momento de su tiempo para explicar el porque; y es que si hay un estudio que lo prueba, es seguro que también lo querrán leer.
Un estudio reciente titulado ‘Student Appearance and Academic Performance’, revela lo antes mencionado: Las estudiantes de muy buen ver, reciben mejores calificaciones que quienes no son tan atractivas.
“Peters y el co-autor Rey Hernández Julián, examinaron más de 6,500 fotografías de credenciales y más de 16,800 calificaciones por curso entregadas a los estudiantes, usando factores como los resultados de Exámenes de Admisión Universitaria para el control de aptitud académica por estudiante. También reportaron que ‘la barrera del atractivo en calificaciones ha sido mucho mayor para las chicas poco atractivas que reciben notas bajas, que para las mujeres atractivas que reciben calificaciones altas’.
El estudio fue dirigido, porque había mucha intriga con respecto a los ‘múltiples registros’ en economía y ciencias sociales que encontraron evidencia de discriminación para aumentos de salario y contrataciones basados en la apariencia. Necesitaban determinar si las diferencias en el mercado laboral variaban en etapas tempranas de vida, lo que incluye la escuela. Lo más importante era que querían identificar los mecanismos que definen el porque la apariencia afecta en los resultados.”
Basarse en fotos de identificaciones parece algo poco confiable para definir un estudio como este, pero sigamos leyendo:
De acuerdo al estudio, las mujeres jóvenes consideradas atractivas, tuvieron ‘un incremento de calificaciones de 0.024 en una escala de 4.0, obteniendo notas que son un 0.005 más altas que las chicas de apariencia promedio’.
“No estamos hablando de que una estudiante que obtiene una D, alcanza de repente una A por ser atractiva”, declaró Christina Peters, co-autora del estudio y profesora de la Metropolitan State University of Denver. “en vez de eso, la magnitud de los efectos que cubren promedios de A- y B+. La diferencia esta ahí, pero esto no significa que las mujeres atractivas vayan a terminar en Harvard y las menos atractivas no.”
No permitamos que algún complejo superficial se ponga en el camino de nuestras metas. Porque aunque haya pruebas de casos como este, un número no siempre dicta nuestras capacidades. ¡Échenle ganas!
Vía usatoday
