Los dioses del chupe nuevamente dan muestras de su innegable existencia. En esta ocasión, un sujeto que intentaba continuar con una muy reprobable tradición aprende a la mala que no se debe desperdiciar ni una de alcohol, mucho menos si se trata de champagne.
Como sabemos, algunas personas tienen la costumbre de romper una botella cuando dan el remojo de algunos de sus bienes (yates, por ejemplo). Al parecer eso ocurre en la siguiente grabación… y aunque el individuo avienta la botella como estuviera echando un petardo a granadero del DF, las leyes de la física son sabias y vean lo que ocurre…
Ándele, por pin%&/e desperdiciador.
*Vía The Independent