Que un ser querido fallezca, es una de las situaciones más difíciles de superar. Por ello, muchos optan por mantener el recuerdo de esa persona a través de diversos objetos como fotografías, discos, ropa, reliquias… O incluso, estatuas de tamaño real.
Sí, sabemos que esto último puede parecer poco convencional, pero es real y todo parte de un emotivo gesto sobre un último deseo. El ejemplo lo pone el señor Tapas Sandilya, un hombre oriundo de India que se ha vuelto viral pues en su casa, resguarda una réplica exacta hecha de cera de su esposa fallecida.
La esposa del señor Tapas Sandilya falleció por COVID; él recordó una petición de ella
Todo se remonta a mediados del 2021 cuando la esposa de Tapas Sandilya, una señora de 59 años llamada Indrani, fue hospitalizada por COVID. El 4 de mayo de ese mismo año, ella desafortunadamente falleció, y como su esposo debió mantenerse aislado en casa por indicaciones de los médicos, no pudieron estar juntos durante los últimos instantes de vida de la mujer.
Los meses pasaron tras la muerte de Indrani y el señor Tapas recordó un viaje que hizo junto a su esposa varios años atrás. En ese paseo, entraron a un templo hindú donde vieron una estatua de una figura religiosa que los impactó por lo realista que lucía.
“Fue entonces cuando Indrani me habló de su deseo de que se hiciera una estatua similar [de ella] si fallecía antes que yo“, contó Sandilya al medio The Times Of India (en una declaración replicada por South China Morning Post). La decisión estaba tomada.
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El viudo decidió hacer una estatua de cera de su esposa
Aunque su familia no estaba muy de acuerdo, el señor Tapas Sandilya tenía muy claro que quería hacer una réplica exacta de su esposa fallecida. Fue así que se puso en contacto con el escultor Subimal Das, un experto en el campo que ha trabajado para museos haciendo figuras de cera, fibra de vidrio y silicona.
El hombre viudo proporcionó al artista algunas fotos de Indrani para que comenzará a moldear el modelo 3D y las expresiones faciales. Después de seis meses, la réplica de cera estaba lista y solo quedaba vestirla.
“No podía pronunciar ninguna palabra. No podía hablar. Estaba tan abrumado y conmovido, como si se hubiera cumplido un deseo muy profundo”, dijo el escultor Das sobre la reacción que vio del señor Tapas cuando este recogió la replica. Un total de 2.5 millones de rupias (cerca de 580 mil pesos mexicanos) costó la escultura, que Sandilya ahora tiene en la sala de su casa y que constantemente cuida, sirviéndole como un recuerdo de un deseo que le cumplió a su esposa.