Todos los que se dicen chilangos conocen la línea verde del Metro de la CDMX y seguro les ha tocado bajarse en la Estación Etiopía, esa que está representada por un león de cara seria. Pues bien, todos los días, los etíopes nacidos Addis Abeba viven exactamente lo mismo y se bajan de una estación llama México.
No se trata de la dimensión desconocida, es más bien una cortesía mutua que comparten dos naciones (Etiopía y México) lejanas, pero que siempre han tenido una relación amistosa, basada en la mutua admiración y en eso, en dos estaciones de metro bautizadas una en honor a la otra.
En el caso de México, podemos decir que Etiopía es la única estación de metro que lleva el nombre de un país africano y esto no es una coincidencia, detrás de los pequeños leones de tezontle que adornan la estación ubicada entre Cuauhtémoc y Eje 4 Xola, está la visita de un emperador etíope símbolo de la historia.
Pero empecemos por el principio..
Un emperador de Etiopía en México que le dio nombre a la estación
El 22 de junio de 1954 nos visitó Haile Selassie I, una de las figuras históricas más importantes de Etiopía debido su pasado aristocrático, militar y social y a su gran interés por defender la soberanía de dicho país.
La leyenda del emperador (también llamado rey de reyes) se fortaleció durante la Segunda Guerra Mundial cuando tras la invasión de Mussolini a Etiopía, tuvo que exiliarse y volverse una especie de embajador a cargo de difundir la grandeza de una de las naciones más emblemáticas del continente africano.
Por su parte, a pesar de la lejanía, el aristócrata guardaba un cariño especial por nuestro país, ya que México fue una de las cinco naciones que apoyaron, en la Sociedad de Naciones, la soberanía de Etiopía tras la llegada de los militares italianos al territorio etíope en 1935.
Cuando la guerra terminó, Haile Selassie I sabía que tenía que venir a México y así lo hizo.
Fue recibido por la alta diplomacia nacional, se reunió con el presidente Adolfo López Mateos, hizo una visita a Cuernavaca e inauguró una plaza (hoy extinta) llamada Etiopía con una placa que años más tarde desaparecería misteriosamente.
Por su parte, en Etiopía se hizo lo propio en 1958 y se inauguró en el centro de la capital, Addis Abeba, La Plaza México, una especie de parque con áreas verdes y columnas, que sería el único espacio nombrado en honor a un país extranjero en Etiopía.
Las estaciones de metro: México y Etiopía
Desafortunadamente, las buenas relaciones que comenzaron a escribirse en los años 50 fueron marchitándose. Las revoluciones de Etiopía y la muerte del emperador dejaron en el olvido las hazañas diplomáticas.
En México, la Plaza Etiopía tuvo que ser demolida en los años 70 para darle paso a la llegada del metro en la Narvarte. No quedó nada de ese día en el que Haile Selassie I vino y nos dejó una placa conmemorativa que decía:
“Llego a un país que como mi querida patria, ha sido siempre paladín de la libertad…”
Afortunadamente, a la hora de elegir la simbología de la línea tres se decidió que el ícono que representara a esta nueva estación fuera un león; animal emblemático para los etíopes que representa las leyendas bíblicas con las que construyeron su reino.
De hecho, este león en particular se encuentra en el escudo imperial de Etiopía.
Así mismo, en 2009 el gobierno de la Ciudad de México y en honor a la comunidad etíope y rastafari que vive aquí, tomó cartas en el asunto. Se dedicó una exposición permanente en el metro en honor a Haile Selassie I y se reconstruyó la famoso placa.
En el caso de Plaza México, y por sorprendente que sea, pasó lo mismo solo que en 2013. El desarrollo de la capital africana hizo que el espacio se deteriorara y que hubiera la necesidad de construir un tren elevado.
De lo que alguna vez fuera un parque y una glorieta preciosa casi no queda nada, solo el nombre.
Así que cada vez que estén en el metro Etiopía recuerden, alguien del otro lado del planeta está viviendo lo mismo (o algo así).