Lo que necesitas saber:
Lo que hoy es la alcaldía Azcapotzalco es un lugar que tuvo una gran importancia en los tiempos prehispánicos y se distingue por sus hermosos paisajes y su colorido.
En la CDMX encontramos gran cantidad de edificios, lugares, plazas, monumentos y barrios tradicionales que resultan memorables tanto para sus visitantes como para sus habitantes. Aquí tenemos la historia de la alcaldía Azcapotzalco, un lugar emblemático de la CDMX.
Uno de estos sitios mágicos es la alcaldía Azcapotzalco, a la que no le hacen falta historias y leyendas desde los tiempos prehispánicos, así como sitios de cultura y tradición que vale la pena mencionar.
Los orígenes de Azcapotzalco
El nombre de Azcapotzalco viene del náhuatl y significa: En los montes de hormigas. Según cuenta la tradición mexica, en este lugar nació el maíz con el que Quetzalcóatl pudo alimentar a los primeros seres humanos después de la creación del Quinto Sol.
El dios de la serpiente emplumada descendió al Mictlán —o inframundo— y se tuvo que disfrazar de hormiga para poder obtener los restos de la humanidad pasada, para así crear la nueva humanidad. Una hormiga roja le dijo que el maíz estaba en el monte de los sustentos y ahora esta hormiga es símbolo de la alcaldía.
En la antigüedad la zona que ocupa la hoy alcaldía Azcapotzalco, estuvo bajo el dominio tepaneca, un pueblo bien organizado al que se le pidió permiso para la fundación de la Gran Tenochtitlan y poder utilizar las aguas y tierras que eran de su propiedad. A ellos se les rindió tributo por más de un siglo.
Pero tiempo después, en 1428, con la formación de una triple alianza entre Tenochtitlan, Texcoco y Tacuba se dominó a los tepanecas y su pueblo se anexó al imperio mexica.
Los Chintololos (o azcapotzalquenses)
A los que viven o son originarios de Azcapotzalco se les conoce como “Chintololos”, lo que supuestamente comenzó como un término despectivo hacia los campesinos de la zona después de la caída de los tepanecas.
La palabra quiere decir: “asentaderas redondas” o también “indio nalgón”, porque al sembrar, los trabajadores permanecían agachados y el aire se filtraba en sus prendas, que se inflaban en la parte de sus glúteos. Hoy ser Chintololo es todo un orgullo para cualquiera.
Los tiempos coloniales
Durante la colonia Azcapotzalco se distinguió por se un barrio colorido con artesanos muy habilidosos. Sus alfareros fabricaron jarros y otras piezas finas que terminaban en posesión de las familias acaudaladas de la Nueva España y muchas de ellas se establecieron ahí por la belleza de sus paisajes, aunque muchos de sus antiguos pobladores se negaron a servir a los conquistadores y dejar de hablar el náhuatl.
Los templos mexicas de la zona desaparecieron y poco a poco se llenó de los templos católicos. La Catedral de San Felipe y Santiago se construyó sobre los restos del antiguo teocalli tepaneca.
Hoy hay una hormiga roja dibujada en uno de sus muros y según cuenta una leyenda, se mueve y sube un poco cada año, y cuando alcance la punta del campanario se acabará el mundo tal y como lo conocemos.
En el atrio de esta Catedral se libró la última batalla de las guerras de Independencia el 19 de agosto de 1821.
Siglo XX
Para los tiempos porfirianos, a principios del siglo XX, se construyeron muchas casas lujosas al estilo clásico francés en la zona. En la actualidad algunas de ellas permanecen en lo que se conoce como Clavería. El mismo Porfirio Díaz inauguró la Avenida Centenario, la primer vialidad asfaltada y con iluminación de la zona.
También en los primeros años del siglo pasado el tranvía pasaba por el barrio y su estación principal se encontraba frente a la Catedral.
Azcapotzalco: Un lugar lleno de flores
Azcapotzalco también fue un lugar famoso porque producía una gran cantidad de las flores que adornaban la ciudad, antes de que se fundara el famoso Mercado de Jamaica. Ahí se estableció el célebre jardinero Tatsuguro Matsumoto, que se encargó de traer las jacarandas de Brasil a México.
En los terrenos que eran propiedad de Matsumoto, en Clavería, se fundó el Parque de la China, donde está la escultura de José José, que nació y creció en este célebre barrio de la ciudad.
La zona también fue una de las principales zonas industriales de la ciudad. En lo que conocemos como la Zona Industrial Vallejo se construyeron fábricas y talleres y oficinas. En 1944 se inauguró la Refinería 18 de marzo, que operó hasta 1991 y hoy es el Parque Bicentenario.
Azcapotzalco en la actualidad
Hoy tenemos un Azcapotzalco en el que sobreviven sus historias y leyendas y nos invita para ir a dar una vuelta por sus plazas y parques, su Casa de Cultura y además no le faltan las excelentes propuestas gastronómicas.
Así es que, si no conocemos la alcaldía, no dudemos en dar un paseo por sus calles y sitios llenos de cultura.