Las cajas musicales, a pesar de su diminuto tamaño, siempre nos maravillan por esa interesante unión de engranes que tras su lento movimiento termina en una dulce melodía que nos hipnotizan por completo, la naturaleza de su sonido es evocador y muy enternecedor a decir verdad. Pero qué tal sería si cambiáramos las escalas y se hiciera una más grande que un humano, ¿seguiría cautivándonos?, la respuesta la tiene el músico sueco Martin Molin, quien tardó cerca de un año en la creación de la caja musical más grande.
Esta inmensa máquina está hecha de madera, y su peculiaridad son las 2,000 canicas de acero que viajan a través de ella para lograr ejecutar diferentes instrumentos que se localizan en toda la estructura. En frente hay un metalófono, que hace toda la melodía de la canción, pero también hay algunos parches que simulan percusiones, platillos y hasta un bajo eléctrico que acompaña. Podría decirse que esta estructura es un one-man-band, y resulta totalmente impresionante todo el sonido que puede generar, así como la locura de haberlo si quiera concebido en la imaginación.
En un principio Martin tenía previsto terminar la estructura en 2 meses, pero indudablemente debe ser un arduo trabajo que le exigió casi el año completo. La maquina es conocida como Wintergatan Marble Machine y las canicas se mueven a través de una compleja serie de poleas, tubos y embudos. A parte cuenta con diferentes palancas que activan y desactivan ciertos mecanismos, lo que da la posibilidad de hacer más compleja la canción, de hecho hasta en un momento Martin detiene el mecanismo y ejecuta con sus propias manos para demostrar lo versátil que puede ser.
A nosotros nos maravilló por completo. Recomendamos checar con calma su canal de Youtube, que lo encuentran aquí, ya que pueden ir viendo todo el proceso de la construcción.