Puede que nos hemos acostumbrado a ellas, pero las escaleras eléctricas son uno de los grandes inventos de la humanidad. Creadas en 1897 en Estados Unidos, por Charles Seeberg y Elisha Grave Ottis, la invención de la escalera eléctrica permitió, por ejemplo, que en ciudades como Nueva York se comenzaran a construir grandes rascacielos a principios del Siglo XX o, en su defecto, facilitar el acceso a estructuras subterráneas como pudieran ser los estacionamientos; incluso, a sistemas de transporte colectivo, como el metro.
Han transcurrido más de 120 años desde su creación y las escaleras eléctricas siguen asombrando al mundo. Sí, en plena época de smartphones, de internet inalámbrico de alta velocidad, de coches eléctricos y aviones supersónicos, las escaleras eléctricas tienen lo suyo. Y si no, preguntemos a Tlaxcala, localidad a la que finalmente… ¡llegaron las escaleras eléctricas!
Por supuesto que –al no haber temas de mayor prioridad– no podría ser nadie más que el mismísimo gobernador del estado el encargado de ‘inaugurar’ las primeras escaleras eléctricas que se instalan en Tlaxcala, con lo que suponemos, se enaltece el orgullo de la Sierra Madre Oriental y el Eje Neovolcánico de nuestro país.
Según reporta el Sol de Tlaxcala, este suceso se convirtió en algo histórico, que según cita:
la emoción de los primeros compradores al ir de shopping y desplazarse de una planta a otra por escalones automáticos, evitando con ello la fatiga de un esfuerzo físico mayor.
Así que si aún no tienen planes para Semana Santa, ¡los invitamos a ir a Tlaxcala y disfrutar de este nuevo atractivo turístico!
Eso sí, tranquilo Tlaxcala, luego no vayan a querer construir la famosa escalera eléctrica hacia la nada.