¿Se acuerdan de la restauración del Ecce Homo? Volvió… y no en forma de fichas.
Una edificación considerada en España como Bien del Interés Cultural (BIC) fue objeto de una bien (valga la redundancia) intencionada manita de gato… pero mal ejecutada. Aunque con la talacha que le hicieron podría ser habitada por beneficiarios del Infonavit, la crítica especializada señala que lo que hicieron con el llamado Castillo de Matrera de Villamartín (Cádiz), “se ha desvirtuado el aspecto histórico y paisajístico del enclave”.
Lo anterior fue lo más leve que dijo el vicepresidente de la asociación Hispania Nostra, Carlos Morenés… ya más caliente, agregó.
“La obra es una vergüenza para España, un desprestigio. La prensa internacional la ha calificado como la peor restauración del mundo. Se ha llevado al extremo la legislación sobre restauración que obliga a distinguir las partes nuevas de las originales y se ha dañado el entorno con una cosa blanca, enorme. La actuación va en contra de toda norma, incluso, de la ley de patrimonio andaluz”.
Como se puede ver en la comparación del “Antes/Después”, con todo y que estaba en ruinas, el castillo tenía su encanto: fue escenario de batallas entre moros y cristianos, además de haber resistido más de mil años las inclemencias naturales. Sin embargo, en 2013, las fuertes lluvias debilitaron la ya frágil construcción, por lo que se le pidió al arquitecto Carlos Quevedo Rojas, que se echara un trabajito de “consolidación” y restauración”.
Y sí… nomás que el “arqui” se pasó de inspiración y -según- hizo lo necesario para evitar que la edificación acabara de derrumbarse y, de paso, se pareciera lo máximo posible a su estado original. Tanto quiso que el castillo quedara como en sus años mozos, que en lugar de restauradores, Quevedo utilizó hombres de trabajo duro (albañiles).
“No necesita comentarios, pues puede verse en la fotografía. Nos han escrito extranjeros que no comprenden cómo en España se comenten todavía estos disparates que califican de ‘masacre’ del Patrimonio. Y ciertamente que lo es”. Agregó Carlos Morenés.
En su defensa, el arquitecto comentó a The Guardian que lo comentarios y críticas son bienvenidos… nomás que pidió “evitar algunos prejuicios que nacen al ver una simple imagen”.
