Muchos pensamos que el selfie stick es un invento del mismísimo demonio pues idiotizan a las personas que tienen uno en su poder y hacen cualquier cosa por tomarse una foto o video para subirla a las redes sociales. Sí, cualquier cosa, hasta poner su vida en peligro.
¿Les parece que exageramos? A ver si piensan lo mismo después de leer esta nota.
Nomás por cotorrear y hacerse los frescos, unos niños argentinos subieron al tejado de una casa en un segundo piso, y en una de las partes más endebles, en la que había unas maderas en lugar de techo, se pusieron a brincar.
“Esto se va a descontrolar”, dijo uno de ellos… y pues tuvo razón, ya que unos segundos después el techo se vino abajo con todo y niños:
Por fortuna, estos niños solamente terminaron con pequeñas cortadas, golpes y una que otra contusión, pero nada serio.
Ahora, sin hacerse los políticamente correctos, díganos… ¿les dio risa (aunque fuera poquita) los quejidos y gritos de dolor de los niños después de la caída?
¿Sí? Pues qué gachos, debería darles vergüenza burlarse del dolor ajeno.