Pues quién sabe cuál ley de la Física intentaba demostrar este profesor, lo que si ejemplificó es de qué forma es más fácil quedarse sin empleo.
En una de sus clases, el maestro de secundaria pide a un estudiante acostarse con un bloque de cemento encima… para luego proceder a destrozarlo con un mazo… aunque viéndolo bien era una hacha, qué bueno que no uso el lado del filo.
Para mala suerte del asistente, el profesor no tuvo suficiente tino y sí mucha fuerza. Éste es el glorioso resultado… hasta en cámara lenta.
Aquí otro ángulo:
*Vía metro.co.uk