En un ejemplo más de que el ocio es la madre de todos los accidentes; un joven empleado de un centro comercial se le ocurre saltarse la cadena de un pasillo para fallar miserablemente en el intento. Vean cómo este joven causa una reacción en cadena que lo entierra en varias cajas de productos.
En ocasiones, lo mejor es no intentar nada muy atrevido, y más si no cuentas con la habilidad atlética para saltar una simple cadena que cuelga a unos centímetros del suelo. Aquí, un joven, haciendo gala de sus pobres habilidades de salto, sufre un incidente que lo deja avergonzado y muy magullado.
Ante lo ocurrido,una dulce señorita asiste al joven que, ya sea por vergüenza o incapacidad, decide quedarse debajo del estante que le cayó en cima.