Dicen por ahí que la vida da muchas vueltas y que uno nunca sabe con quien se encontrará después en el camino. Pues justo ese refrán popular puede aplicar en la vida de la enfermera Vilma Wong, de 54 años de edad y quien se ha convertido en la compañera de trabajo de un bebé prematuro al que salvó y cuidó hace 28 años.
Fue en 1990 cuando Brandon Seminatore nació prematuramente a los seis meses y medio de gestación. Sin embargo, Brandon logró sobrevivir gracias a los intensos cuidados que le brindó Vilma Wong, enfermera del hospital infantil Lucile Packard de Palo Alto, en California, Estados Unidos. 28 años después, Brandon ingresó como pediatra residente a dicho centro médico y se encontró con Wong, quien sigue manteniendo su empleo.
En una nota publicada en la página web del hospital, Vilma Wong relató cómo fue que reconocio a Brendon Seminatore a pesar de que ya habían transcurrido muchos años: “Brandon estaba en mi equipo cuidando a uno de mis pacientes. Le pregunté quién era y su apellido me resultó muy familiar. Seguí preguntándole cosas, como de dónde era. Me dijo que era de San José y que había nacido prematuro en este hospital“, dijo la enfermera. “Recordaba haber atendido a un bebé con el mismo apellido. Para confirmar mis sospechas, le pregunté si su padre era policía. Hubo un gran silencio y él me preguntó si yo era Vilma. Y dije que sí”.
Vilma Wong se convirtió en una persona muy querida por la familia de Brandon por la forma tan cariñosa en la que cuidó al bebé hace casi tres décadas. De hecho, fue la mamá de Brandon Seminatore quien le pidió al ahora pediatra que buscara a Wong en el hospital, sin embargo el joven creyó que ella ya se había retirado y no le preguntó a nadie sobre ella.
“Conocer a Vilma ha sido una experiencia surrealista. Se preocupa por sus pacientes hasta el punto de recordar sus nombres tres décadas después”, dijo Brandon Seminatore. ¿Quién dice que el destino no existe?