Como Santa Claus, pero en versión rara, así podríamos definir la historia de Karl Jensen, un sujeto de 27 años que terminó condenado a dos años y medio de prisión luego de armar unas bolsitas felices para repartirle a los presos de una cárcel.

Resulta que una tarde, Jensen se colocó en las afueras de la prisión de Wormwood Scrubs, que se encuentra en el distrito de Hammersmith y Fulham, en Londres, y ahí, con ayuda de su novia y de un hilo de pescar, comenzó a pasar unas extrañas bolsas a las celdas más cercanas.

Para su desgracia, fue descubierto por las cámaras de seguridad de la prisión quienes alertaron a la policía del Centro Penitenciario. Jensen fue detenido tiempo después en la carretera, acompañado de Lisa María Hutchinson, su novia de 26 años.

Aquí el video:

Pero ¿qué tenían las dichosas bolsitas felices? Pues…

  • Un McMuffin de McDonald’s
  • Un huevo Kinder Sorpresa
  • Una botella de Vodka
  • Cuchillos
  • Tarjetas SIM

Otras bolsas que fueron registradas en las celdas contenían celulares, cocaína, marihuana y hasta relojes inteligentes.

¡Estos paquetitos están mejor armados que los arcones navideños que anuncian en las estaciones de radio de AM! Nomás faltó incluir unos condones y una revista con crucigramas.

 

Por estas acciones, Jensen fue declarado culpable por siete cargos y recibió una condena de dos años y medio de prisión, en tanto, su novia tendrá que someterse un programa de rehabilitación y a 12 meses de trabajos comunitarios. No cabe duda, a veces este mundo es un lugar incomprensible.

*** Vía El Comercio

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