Ohh, pues sí sólo era una broma.
Para empezar es una tontería pararse de manos al borde de un acantilado… pero bueno, el chavo que protagoniza el siguiente video tuvo confianza en su inigualable equilibrio.
En quien no debería haber confiado es en uno de sus amigos, quien haciéndose el gracioso, empujo al improvisado acróbata… para el abismo.
Aunque las cosas pudieron haber terminado de una manera fatal, el sujeto alcanza a agarrarse de una rama que estaba salvadoramente en el lugar, para después subir y cambiarse los pantalones. Su cara lo dice todo: es la mejor broma que le han hecho en la vida.
*Vía BroBible